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Las lluvias de los últimos días han impedido que el cronograma previsto para la reurbanización del entorno del edificio Pescadería de la Bretxa se esté ... cumpliendo al 100%. No obstante, el retraso de estos trabajos no es significativo y el Departamento de Proyectos Urbanos confirma que para el día de Santo Tomás las obras de las calles Iñigo y Aldamar y las que se van a realizar en la plaza situada entre los edificios Pescadería y Arkoak estarán finalizadas.
Este próximo martes acabarán las principales actuaciones de la calle Iñigo. Así lo confirma a este periódico el concejal del área, Juantxo Marrero. Las aceras que están pegadas al edificio del Orfeón Donostiarra ya se han ensanchado y se ha rellenado la calzada hasta la cota de los bordillos, un tratamiento exactamente igual al que existe en el entorno del cercano edificio de Orixe. Solo falta una actuación por acometer en Iñigo, «que corresponde a la colocación del pavimento de hormigón impreso en la zona de las aceras que están pegadas al edificio Pescadería». Un espacio en el que entran y maniobran camiones de carga y descarga y que se pretende preservar con la instalación de ese hormigón especial, y no unas baldosas de acera al uso.
La colocación de este hormigón impreso se va a llevar a cabo entre hoy viernes y mañana sábado, y por este motivo esta vía se cortará durante estos dos días al acceso rodado. «Esta decisión está motivada porque ese hormigón necesita su tiempo de secado. Entendemos que entre la jornada de hoy, mañana que es festivo y el domingo esta actuación quedará resuelta», cuenta el edil del PSE. Una vez este trabajo esté finalizado, los operarios de Urbycolan utilizarán las jornadas del lunes y el martes para «acabar con los remates que hagan falta en la calle Iñigo».
Entre esos trabajos pendientes se encuentra una actuación que ya ha comenzado en el bordillo de acceso al centro de salud de la Parte Vieja. «Ese bordillo ha tenido un desnivel de 25 centímetros respecto a la calzada desde que se abrió el ambulatorio. Ahora se va a rellenar la calzada con un aglomerado hasta que tenga una cota normal», dice el edil. Una vez acaben estos trabajos «comenzaremos el miércoles con la reurbanización de la calle Aldamar».
En cuanto a estas obras, que se desarrollarán hasta mediados de diciembre, el concejal de Proyectos Urbanos adelanta que el objetivo es lograr una distribución final «de un carril para los vehículos y dos bandas de aparcamientos». En el sentido de avance de los coches, la banda de la izquierda estará destinada a aparcamiento de residentes y habrá alguna zona para parking de motos y bicicletas. En la zona de la derecha se destinarán tres plazas para Osakidetza, otra para carga y descarga, una plaza de aparcamiento para minusválidos y los contenedores de basura. «El carril de circulación tendrá 3,50 metros, que es lo que ha pedido Bomberos, algo más estrecho que el actual», añade.
Respecto al arbolado de la calle, cuenta Marrero que los árboles que hay ahora en la primera manzana del lado derecho de Aldamar, dirección Boulevard, «se mantienen y se añaden otros en la siguiente manzana». Una vez que la reurbanización de las calles Iñigo y Aldamar sea una realidad, quedará una última actuación pendiente, «que será el asfaltado de ambas vías para dar por concluidas las obras», advierte Marrero.
En esta fase de las obras que corresponden a la reurbanización de Aldamar también se incluyen los trabajos que se van a llevar a cabo en la plaza de la Bretxa. «En esta fase de la obra solo se va a colocar el pavimento en el que se instalará en Arkoak la futura marquesina para las baserritarras, que actualmente están ubicadas bajo una jaima», dice el concejal socialista.
Todos estos trabajos los debía haber ejecutado Baika, empresa que gestionaba el complejo, y ahora son responsabilidad municipal una vez el Ayuntamiento tomó la decisión de rescindir el contrato con esa empresa por «incumplimiento flagrante» de la concesión del mercado de la Bretxa.
Mientras que los trabajos de reurbanización que dejó pendientes de ejecutar Baika en el exterior de Pescadería ya están en marcha, no sucede lo mismo con el interior del edificio. Es la sociedad municipal de Fomento la encargada de pilotar esta nueva fase del complejo comercial, que debe finalizar con los asentadores que están en la planta -1 de la Bretxa en su nuevo espacio a pie de calle. Sobre si se contemplan futuros usos para la hostelería en el interior de Pescadería o están descartados se refirió el martes el alcalde Eneko Goia. «Todavía eso está en un proceso de reflexión; no hay ninguna decisión tomada al respecto. Fomento está analizando las posibilidades que hay sobre el espacio de 800 metros cuadrados que hay en la 1ª planta».
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