La oferta de vivienda en alquiler ha caído un 41% desde el inicio del 'boom' turístico

Son varios los factores que ayudan a explicar esta tendencia. El principal hace referencia a la mayor rentabilidad de las estancias cortas respecto al largo plazo, modalidad que resulta más atractiva para los propietarios. El número de viviendas de uso turístico existentes en la ciudad supera ya las 1.280, según el censo del departamento de Urbanismo del Ayuntamiento. El aforo estimado de las mismas es de 5.678 plazas, a las que se suman otras 519 camas correspondientes a 132 habitaciones dirigidas a turistas, lo que eleva la cifra total a casi 6.200.

Además, solo en el primer trimestre del año el stock residencial de alquiler ha disminuido un 20%, siendo Donostia una de las capitales de provincia que mayor caída registra entre enero y marzo. Con la entrada en vigor de la nueva Ley de Vivienda y las incertidumbres que ha generado en los propietarios, desde finales de mayo se constata un trasvase de pisos desde el mercado de alquiler estable al temporal o estacional y la venta.

Sin embargo, la evolución demográfica del municipio indica que en 2013 había 186.500 personas empadronadas y la población roza en la actualidad los 189.000 habitantes, su máximo histórico. Esto quiere decir que en términos absolutos –y teniendo en cuenta los inaccesibles precios de compraventa– la demanda de alquiler ha crecido, mientras que la oferta se ha reducido casi a la mitad. «Esa falta de oferta hace que la presión de la demanda incremente los precios», explica Marcos Areizaga, director de la inmobiliaria Areizaga, quien advierte de que el porcentaje de viviendas en alquiler disponibles sobre el total construido apenas llega al 0,4% en Gipuzkoa, cuando la media estatal es del 0,8% y Madrid y Barcelona lo superan con un 1,5% y un 1,2% respectivamente.

A juicio del experto, el anuncio del Gobierno central de movilizar 50.000 viviendas de la Sareb para alquiler social y asequible «ayudaría a incrementar la oferta». El problema es que en la capital guipuzcoana solo hay seis pisos en manos de esta sociedad de gestión de activos procedentes de la reestructuración bancaria, por lo que la medida tendría un impacto residual en la evolución del mercado donostiarra, donde miles de personas –muchos de ellos jóvenes– engrosan las listas de Etxegintza y otras entidad públicas de vivienda. Areizaga subraya en este sentido que el compromiso de Pedro Sánchez de elevar del 3% al 20% el porcentaje de vivienda pública «sí mejoraría la situación del mercado para acercarnos a la media europea», que se sitúa en el 9%.

En definitiva, resume, para favorecer el acceso a la vivienda en alquiler –y también en compra– la solución pasa por «incrementar la oferta pública y privada de pisos y casas en San Sebastián para aliviar la presión que actualmente ejerce la demanda sobre la poca oferta que hay».