El 'ojo de halcón' de la Guardia Municipal de San Sebastián triunfa en los Juegos Europeos

Era el único representante de la Guardia Municipal en los Juegos Europeos de Policías y Bomberos y ha dejado el pabellón donostiarra bien alto. Dos platas se ha colgado al cuello Andoni Larrabeiti, agente del departamento de Gestión de Recursos Materiales con vista de halcón que ha competido en tiro con arco, logrando sendos metales en la categoría de veteranos.

Practica con el arco desde hace 12 años, cuando su hijo quiso hacer un cursillo. Le acompañó y aprovechó él también para probar. La experiencia le encantó y decidió seguir. «El tiro con arco me enganchó y desde entonces he entrenado duro», cuenta Larrabeiti, vigente campeón de España de veteranos que en su palmarés luce cinco medallas estatales, además de ostentar los títulos de entrenador de niveles 1 y 2. Hay tardes que colabora con el club Diarco a dar clases a los jóvenes que quieren aprender.

Reconoce que cuando se pone a hablar del arco se le va el tiempo. «Desde que probé se ha convertido en una de mis pasiones, que me permite competir y a la vez despejar la mente y relajarme. Cuando coges la flecha y apuntas con el arco a la diana, te olvidas de todo. La concentración que se consigue es altísima, lo que ayuda también en otros aspectos del día a día», asegura.

La IX edición de los Juegos Europeos de Policías y Bomberos se ha celebrado en localidades alicantinas como Torrevieja o Santa Pola. Se trata de una competición en la que participan agentes de policía y de los cuerpos de bomberos de 40 nacionalidades, con 50 disciplinas tanto individuales y por equipos.

«Era la primera vez que acudía y la verdad es que ha sido toda una experiencia», celebra este agente, que reconoce que la competición de tiro con arco ha estado «muy disputada» de principio a fin. El vencedor ha sido un bombero de Rumanía que en 2019 formó parte del equipo nacional de su país, por lo que tenía «un gran nivel». Aún así, le plantó cara hasta el último momento y estuvo «muy cerca» del oro, por lo que el sabor de boca con el que ha regresado a casa es «bueno».