La palmeras de Amezketa se podarán para evitar molestias a los vecinos pero no se trasladan

Según explica el concejal de Mantenimiento y Servicios Urbanos, Carlos García, el consistorio diseñó un proyecto para mejorar «notablemente» la plaza, una zona «dura y semihundida», con «escaso» uso por parte de los residentes del barrio. El objetivo principal era nivelar el suelo y colocar un nuevo adoquinado y mobiliario urbano, dándole a este espacio una imagen «más amable».

«Cuando estábamos en ello, algunos vecinos de la plaza propusieron mover un par de palmeras que les molestan, ya que tienen las ramas muy pegadas a sus ventanas y balcones y les quitan visibilidad», recuerda el edil del PSE. Es entonces cuando desde su departamento se piensa en colocar una de estas palmeras en el centro de la plaza, moviendo la otra a un parterre cercano. «Entendíamos que esto podía darle otro aspecto a la plaza, con un alcorque en torno a la palmera a modo de banco corrido», argumenta.

Sin embargo, otra parte del vecindario manifestaba que no quiere palmeras en medio, porque según denuncian son «un nido de ratas» y restan iluminación a una zona ya de por sí sombría. García inició entonces una ronda de contactos con los interesados, que «aunque en algún momento empezaron a ver con buenos ojos la solución, llegaron a hablar incluso de derribarla» si era trasladada al centro de la plaza, revela.

Finalmente, la plaza se va a adecuar como estaba previsto en un inicio. No se van a trasplantar las palmeras que, en todo caso, se podarán o adecuarán para que no causen molestias a las viviendas más próximas. «No podemos llevarlas a otra zona de la ciudad. El coste de la operación no es el mismo si se mueven unos metros o si hay que transportarlas a otro barrio», concluye el responsable de Mantenimiento y Servicios Urbanos en respuesta a una interpelación de EH Bildu.

Las obras en marcha, que está previsto terminen la semana que viene, han permitido elevar la cota de la plaza para que sea completamente accesible, una característica que ha ido perdiendo con el paso del tiempo. El viejo pavimento se sustituirá por uno nuevo, última tarea que falta por acometer. El presupuesto de la actuación asciende a poco más de 61.000 euros, detalla el socialista García.