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Los alumnos de Ikasbide escuchan las explicaciones de la guía en la escultura DUAL situada frente al palacio Goikoa. FOTOS FERNANDO DE LA HERA
PaseARTE, esculturas que dialogan sobre los Derechos Humanos
San Sebastián

PaseARTE, esculturas que dialogan sobre los Derechos Humanos

El Ayuntamiento de San Sebastián organiza para escolares un recorrido a través de seis obras que recuerdan a las víctimas del terrorismo o de la Guerra Civil, y reivindican también a las pioneras del feminismo

Iker Marín

San Sebastián

Domingo, 24 de marzo 2024, 01:00

La Declaración Universal de los Derechos Humanos fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en París el 10 de diciembre de 1948. Todo un avance elaborado por representantes de todas las regiones del mundo para evitar que se repitieran catástrofes de la magnitud de la II Guerra Mundial, que había finalizado tres años antes. El documento aprobado incluía los 30 derechos humanos reconocidos a todas las personas del planeta. Un escrito que durante este curso escolar está siendo presentado a los alumnos donostiarras de 5º y 6º de Educación Primaria a través del recorrido guiado denominado PaseARTE que tiene lugar por el Centro y la Parte Vieja de la ciudad.

El departamento de Derechos Humanos del Ayuntamiento, como parte de las diferentes actividades para celebrar el 75 aniversario de la Declaración, organiza desde diciembre este paseo por las diferentes esculturas que dialogan sobre los Derechos Humanos en San Sebastián. Hasta la fecha han participado en esta iniciativa 300 alumnos de los centros escolares de Herrera, Presentación de María, Axular, Katalin Erauso, Santo Tomas Lizeoa, Herri Ametsa, Larramendi e Ikasbide. Los organizadores calculan que esa cifra superará los 700 escolares participantes al acabar las clases.

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25 alumnos de sexto curso de Primaria de Ikasbide participaron este pasado miércoles en este recorrido didáctico que dirige la antropóloga Mirari Garmendia. Ella es la encargada de acompañar y explicar a los jóvenes el significado de las seis esculturas elegidas por el departamento de Derechos Humanos para celebrar esta iniciativa. Figuras que han sido seleccionadas por su simbolismo y que nos hacen recordar a las víctimas desde la Guerra Civil, el terrorismo –en su mayoría de ETA– y el franquismo, hasta esculturas relacionadas con los derechos de la mujer y la igualdad. «La amplitud del término de los Derechos Humanos hace que el recorrido sea de temática variada, múltiple y diverso», explica Ana López, concejala de Gobernanza Abierta, Digital y Colaborativa.

El paseo comienza en la Bretxa y tras pasar por la calle 31 de agosto, basílica de Santa María, escultura DUAL en Ijentea, monolito 'Oroimena-Memoria' en Alderdi Eder y catedral del Buen Pastor visitando la escultura Jachkar del pueblo armenio, finaliza en la plaza Clara Campoamor de la Concha.

Narrativa positiva

«Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos». Esta fue la primera frase que escucharon los alumnos de la guía cuando comenzó el recorrido en la Bretxa, que corresponde al primer artículo de la Declaración. Garmendia les explicó el asedio y quema de la ciudad en 1813. «Este es un lugar simbólico por la vulneración de derechos que sufrió la sociedad donostiarra», les explicó. Y preguntó: «¿Sabéis cuál fue la única calle de la ciudad que no fue quemada?». «La 31 de agosto», respondieron un par de niñas rápidamente. Ese calle fue la siguiente que visitaron los alumnos de Ikasbide.

En la plazuela de Valle Lersundi se encuentra la escultura 'Reconstrucción' de Dora Salazar. Una obra que destaca que «la ciudadanía donostiarra supo reponerse de la destrucción para reconstruir la ciudad». En este punto, Arantxa Zabala, técnica de Derechos Humanos del consistorio, quiso destacar que durante el recorrido, «además de visitar obras que recuerdan las vulneraciones de los derechos, también buscamos destacar aspectos positivos. Que los alumnos comprendan cómo nos repercuten y qué podemos hacer ante esos derechos que han sido vulnerados. En este caso, reconstruir una ciudad destruida».

El itinerario guiado comenzó a celebrarse en diciembre y al final del curso habrán participado más de 700 alumnos

El tercer punto de visita fue la basílica de Santa María, lugar en el que se encuentra expuesto el patrón de la ciudad. Se explicó a los alumnos quién fue San Sebastián y la vulneración de derechos que sufrió por ser cristiano. En este punto también trabajaron los alumnos de Ikasbide lo que significan derechos como la libertad de pensamiento, de conciencia y de orientación sexual.

Tras visitar la plaza Lasala, donde se les mostró la pequeña escultura de un león que en 1813 se encontraba situada en la puerta de tierra de la Bretxa, la comitiva de Ikasbide llegó a la escultura DUAL, que está frente al palacio Goikoa. Una obra que representa la memoria y la historia dedicada a las víctimas «del mayor acto de vulneración de los derechos, como es el de una guerra impuesta», señaló la guía. Tras explicarles que la escultura contiene el nombre de 400 donostiarras que fueron asesinados durante la Guerra Civil, – «y que sirve como homenaje al resto de víctimas que también dejó la contienda bélica»–, los escolares quisieron saber por qué había flores y qué significaban los pequeños agujeros que se reparten por la obra. Garmendia explicó que las flores las dejan donostiarras «para mostrar su respeto por los fallecidos» y que los orificios «son una representación de las balas que mataron a los vecinos de Donostia».

Tamarindo con cicatrices

El monolito 'Oroimena-Memoria' del escultor Aitor Mendizabal situado en los jardines de Alderdi Eder fue el siguiente punto de parada. Esta obra, «que quiere representar un tamarindo con heridas y cicatrices», tal y como explicaron, sirvió para contar a los jóvenes donostiarras que hasta hace bien poco en Donostia «se vulneraba el derecho a la vida como consecuencia del terrorismo y la violencia». El mensaje a los alumnos fue claro: «No se puede quitar la vida por ideas políticas».

Las dos últimas esculturas que visitaron los escolares están en el Centro. La primera, junto a la catedral del Buen Pastor, es un Jachkar armenio. «Nos lleva a hablar a los alumnos de exilio y desplazamientos forzados», dijo la guía. Les explicó lo sucedido en el genocidio armenio, cuando hace un siglo fueron asesinados cerca de 1,5 millones de ciudadanos de ese país por las autoridades otomanas. «Lo que supuso que otros muchos armenios dejaran su país. Tal es así, que a día de hoy viven más ciudadanos armenios fuera de su nación que en Armenia», les resumió.

El recorrido didáctico finaliza en el paseo de La Concha, visitando la obra que Dora Salazar dedicó a Clara Campoamor. Tras explicarles el significado de la frase 'Una mujer, un voto' que se puede leer en el libro que sujeta la abogada, escritora y política en la escultura, Garmendia destacó la labor de Campoamor «por el derecho a la igualdad de los seres humanos y especialmente la igualdad de la mujer».

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