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«Esos pasos que muchos consideran tan pequeños a nosotros nos ilusionan»Hace mucho tiempo, Francisco Pérez Campoy desembarcó de su buque de la armada en San Juan y enamorose de Josefa, batelera. Son los bisabuelos de ... Aitor. Hace tiempo, un Serrano bajó de Altza y se asentó entre la ermita y Puntas. Era el abuelo de Aitor. Remero que fue cuando la Erreka conseguía banderas en La Concha. Católico que es, por decisión y gusto. Homosexual. Tatuado. Con piercing en la oreja. Estudió Integración Social. Es responsable del voluntariado y el comedor del Aterpe de Cáritas en Amara. Miembro del coro Easo. Catequista. Su zona de confort es la iglesia de San Juan. Por supuesto, no le gusta el morado y como muchos del pueblo piensa que 'No sería tan bueno San Pedro si Dios, del Cielo le dejó en la puerta'.
– ¿Cambios, qué cambios?
– Pues detalles para algunos muy pequeños y para nosotros grandísimos como que Francisco haya dicho que en la Iglesia cabemos todos, todos y todos. O que nombrase a Raffaella Petrini, religiosa franciscana, para la presidencia de la Gobernación del Estado Ciudad del Vaticano. Sí, lo sé, muchísimos piensan que son cambios mínimos. Muchísimos te recuerdan que esa Iglesia a mí no me deja casarme. Muchísimos preguntan cuándo habrá ordenaciones de mujeres sacerdotes. Pero a nosotros son movimientos que nos llenan de alegría. Y de esperanza. La Iglesía es una institución de 2000 años, atravesada por fuerzas distintas, cruzada por los tiempos y las maneras de entender la religión. Hasta el concilio Vaticano II pasaron muchas cosas y desde aquel, han pasado otras tantas. La Iglesia, la Iglesia que vivimos los que pertenecemos a ella, la Iglesia contemplada desde San Juan o cuando los novicios de la Compañía de Jesús hacen prácticas en el Aterpe está mucho más adelantada, evolucionada y a pie de calle y batalla de lo que muchísimos creen.
– ¿Quiénes son esos 'muchísimos' de los que hablas?
– Algunos no pisarían jamás una iglesia pero suben a sus redes fotos de cuando entran en templos asiáticos donde las mujeres tienen que cubrirse la cabeza y los hombres descalzarse. Les parece lo más de lo más. Hay una curiosa 'cristianofobia' que no se extiende a otras religiones. Me atrevo a decirte que a mí me discriminan más por católico que por homosexual. Hay ámbitos de esta sociedad donde queda muy bien ser 'gay' pero para nada decir que vas a misa y comulgas.
– ¿No has tenido ni podrías tener problemas por ser homosexual y dirigir la catequesis de los niños sanjuandarras?
– No los he tenido y no creo que los tuviera aunque alguna alta instancia eclesiástica quisiera objetar algo. Hablé con los padres, lo aceptaron con total normalidad, los niños están a gusto y, repito, somos una iglesia más adelantada que lo que se piensa. Y en esa evolución, la guipuzcoana, la vasca siempre hn estado a la cabeza. A mí me gusta decir que, sí, pertenezco a la Iglesia y estoy dentro de su parte más hermosa, estoy en el lado bueno de la Iglesia. Y estoy dentro porque tengo la sensación de que para luchar debes hacerlo desde el interior. Desde la periferia ni sirve ni vale.
– ¿Es verdad que de chaval pedías figuras de Cristo, de ángeles, de vírgenes para tus cumpleaños o tu Primera Comunión?
– Absolutamente cierto. No soy católico porque mi entorno familiar lo fuera. Lo era pero sin más. Soy católico por algo que a veces considero un don y otras, un marrón. Soy católico por fe pero también por una pasión total hacia la liturgia, el arte sacro, la ceremonia, el barroquismo. Sí, pedía imaginería religiosa. Por lo mismo que soy cofrade de la Virgen de la O en Sevilla, una cofradía pequeña que sale con su Nazareno y su guapísima virgen andaluza el Viernes Santo. Claro que amo (adoro) el retablo de esta iglesia.
– Ser católico te obliga a...
– Luchar por un mundo mejor.
– Eso también te lo exigen el marxismo,el feminismo, hasta la misma ley natural. No me vale.
– De acuerdo pero esa lucha, ese no parar hasta que dos amigos distanciados se reencuentran, ese estar a todo y con todos, está recubierto de una fe que no puedo definir. No creo en muchos dogmas, no me imagino a la Virgen ascendiendo a los cielos en cuerpo y alma. Sé que la multiplicación de los panes y los peces no fue tal sino algo poderoso que hizo que de pronto, los unos por los otros, todos trajeran de comer y lo compartieran. El Credo lo rezo con la boca pequeña pero, por fe, asumo que Jesús viene a mí cuando comulgo. Lo que hago, incluso cuando remaba, lo hago por inquietudes y no por protagonismo. Y sí, me gustaría parecerme a San Juan Bautista.
– ¿Por?
– Tenía miles de seguidores pero cuando apareció Jesús se hizo a un lado y les dijo a los suyos 'Es Él, no yo'. Es Cristo, no yo, Aitor.
– ¿Qué ensayas con el Easo?
– Guridi: Requiem y 'Amaya'.
– ¿Qué tal le va a la Erreka?
– En Primera de la ACT ¡Bien!
– Te defines como 'isleño'.
– Lo somos los sanjuandarras.
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