El Plan Especial de la Parte Vieja se aprueba en dos meses y abre una solución para las casas del Muelle

El caso de estas vetustas casas fue tratado ayer en la Comisión de Desarrollo y Planificación del Territorio gracias a una interpelación formulada por EH Bildu, grupo político que brindó a las familias afectadas la posibilidad de exponer su caso en la sala de prensa del Ayuntamiento la semana pasada. Tres vecinas de estos portales acudieron también a la comisión para escuchar las respuestas del gobierno municipal.

El concejal de EH Bildu Ricardo Burutaran recordó que durante su gestión del Departamento de Urbanismo se aprobó a principios de 2015 el plan especial que iba a permitir sustituir estas viejas 8 viviendas por un nuevo edificio de 16 pisos. Ese año, tras las elecciones municipales, Bildu pasó a la oposición. «El nuevo gobierno municipal (PNV-PSE) tardó tres años en aprobar el proyecto de reparcelación», aseguró. Pero lo trascendente es que en 2018 el Gobierno Vasco inició el expediente para declarar la Parte Vieja y Puerto como conjunto monumental, lo que paralizó la aprobación de licencias. Desde que la zona fue protegida en 2019 con un decreto del Gobierno Vasco, la concesión de licencias ha seguido paralizada mientras se tramitaba el Plan Especial de Parte Vieja y Puerto, que es el documento que regulará el urbanismo del casco histórico tras su catalogación como conjunto monumental.

La concejala de Urbanismo, Nekane Arzallus, explicó que la dilación en aprobar este documento –seis años ya– deriva de la «complejidad» de la propia redacción y su «problemática añadida», como la necesidad de realizar una evaluación ambiental estratégica en vez de una simplificada y la difícil gestión de un expediente que debe tramitarse con informes de las administraciones estatal, autonómica y local. «Si se aporta en breve el único informe pendiente de emisión, podría procederse a la aprobación inicial del plan especial en el Pleno de abril o de mayo», apuntó Arzallus.

Burutaran preguntó qué previsiones maneja este plan especial respecto a las parcelas del paseo del Muelle 7 y 8. La concejala de Urbanismo señaló que se prevé las sustitución de estas viviendas por «un edificio de perfil sótano, planta baja y cuatro alturas, preservando la apariencia del muro de mampostería existente –que ocupa en altura la planta baja, primera y parte de la segunda–, hasta la actual cota de coronación del citado muro, siendo la altura máxima de la edificio del alero la cota del edificio colindante de paseo del Muelle 3».

Es decir que el nuevo edificio previsto se podrá construir con la condición de que no se apoye en la muralla histórica de la ciudad ni supere en altura la casa adyacente (la de azulejo rojizo de la fotografía).

Arzallus consideró «injusto» que se haya achacado al gobierno municipal una actitud cuando menos dilatoria respecto a este caso porque si el Ayuntamiento no ha aprobado la licencia de construcción del nuevo edificio, solicitada en mayo de 2018, ha sido porque el Gobierno Vasco había iniciado un mes antes el expediente para la declaración de Bien Cultural Calificado con categoría de Conjunto Monumental de la Parte Vieja y la directora general de Cultura de la Diputación informó, en octubre de ese año, desfavorablemente la concesión de la licencia «por no ajustarse el proyecto a los criterios establecidos en el decreto autonómico», que finalmente ratificó la declaración de conjunto monumental el 2 de mayo de 2019.

Burutaran reprochó a Arzallus que lo que es injusto es «haber condenado a estas familias a vivir en unas condiciones indignas. Es injusto tener que ir al baño con un paraguas o que no se pueda utilizar el papel higiénico». El edil también criticó que el gobierno municipal eludiera responder si va a adoptar «soluciones provisionales» para paliar la situación de estas viviendas hasta que se construya el nuevo edificio residencial. Arzallus cerró su intervención preguntando a EH Bildu si votará a favor del Plan Especial de la Parte Vieja cuando en uno o dos meses pase por el Pleno.