Premio en Donostia

«Lo primero que se me ha pasado por la cabeza ha sido: 'dios mío, a ver cuánto hemos dado'»

«Tengo sospecha de que el décimo premiado lo vendimos ayer por la tarde, porque se nos terminaron los décimos y estuvimos vendiendo desde terminal, que son las máquinas donde se sacan las primitivas y demás», ha explicado sin perder la sonrisa ni por un momento. Y es que «después de tantas horas de trabajo y de vender tantos décimos, pues hace ilusión y cuando das un premio así lo agradeces. Vendemos ilusión y mira, de vez en cuando la tenemos que dar». Lo que desconoce es la identidad del posible agraciado. «Nuestra clientela es habitual, pero en Navidad viene mucha gente a comprar lotería de todos lados», dice.

El último premio que dieron fue un millón de euros en el sorteo de Euromillón «hace un par de años. Al chico que lo compró le conozco de toda la vida y es una alegría», afirma este donostiarra, que regenta desde hace 10 años este negocio familiar.