Botellas, envoltorios de bocadillos y cartuchosde los fuegos, entre lo quemás recogen. USOZ
San Sebastián
Redes de arrastre y drones contra los plásticos
Limpieza ·
Durante la temporada de playas un equipo recorre a diario toda la bahía y la isla para recoger los residuos que caen al mar y retira de los gabarrones los excrementos de las gaviotas
En esa hora en la que la ciudad todavía está desperezándose, en la que coinciden en las calles los que vuelven a casa tras una noche de fiesta y los que van a trabajar. En esa hora en la que el sol ya se ha asomado tímidamente e intenta hacerse paso entre las nubes, todos los días, sale una embarcación desde el puerto para surcar, durante siete horas, las aguas de la bahía. Lo hace para limpiar los residuos que encuentre a su paso y quitar también, con una manguera, los numerosos excrementos que dejan las gaviotas en los gabarrones.
Es Semana Grande, el día ha amanecido encapotado y la lluvia todavía no ha aparecido, pero el mar está algo revuelto. Sopla el viento. «Hoy viene de tierra, pero lo normal es que sea noroeste, que venga por Igeldo y que arrastre los residuos hasta el espigón, cerca de las escaleras del Náutico», cuenta el patrón del servicio de limpieza que durante la temporada de verano se encarga de mantener impolutas las plataformas y quitar, principalmente los plásticos y cartuchos que haya en el agua. Hoy, teniendo en cuenta que la ciudad sigue de fiesta, parece que no hay muchos residuos y que las pequeñas islas flotantes junto a la línea de boyas tampoco están muy sucias.
A diferencia del dispositivo terrestre, este servicio de limpieza en el mar, que lleva en marcha varios años, solo funciona durante la temporada de playas. «Esta limpieza que se realiza a diario es fundamental y necesaria porque permite eliminar plásticos que están en el agua y que son tan perjudiciales tanto para los animales marinos como para las personas. Desde primera hora, varios técnicos limpian para que cuando lleguen los primeros bañistas tengan los arenales y gabarrones en las mejores condiciones», explica el concejal de Mantenimiento Urbano Miguel Ángel Díez.
«Es un servicio fundamental para mantener las playas limpias», sostiene el socialista Díez
La marea está subiendo. Son casi las nueve de la mañana y después de recoger la basura de la isla Santa Clara y depositarla en los contenedores del puerto el patrón del barco se dirige hacia los gabarrones. Empieza por Ondarreta y va acercándose hacia los de La Concha. En el último, antes de lanzar un chorro de agua con la manguera se topa con un nadador. Le pide que espere en el agua hasta que desaparezcan las manchas. «Lo que se hace es quitar los excrementos de gaviota para que los bañistas, cuando lleguen, puedan tumbarse y disfrutar de unas instalaciones limpias», añade el socialista que supervisa, a bordo de la embarcación, la labor que hacen los operarios e insiste en la necesidad e importancia de «mantener los arenales limpios porque son un escaparate más».
Cartuchos y envoltorios
Durante las horas en las que la embarcación inspecciona la bahía el patrón despliega en varias ocasiones unas redes similares a las de arrastre. No pesca peces, sino residuos. Para ello, reduce la velocidad y paulatinamente de forma casi automática van entrando en las bolsas múltiples envases de yogures, bolsas, envoltorios de bocadillos y demás plásticos de pequeño tamaño. También entra algún que otro cartucho de los fuegos artificiales de las noches anteriores. Las nuevas redes, según detallan desde FCC, les permiten abarcar una zona más amplia y recoger de manera más efectiva.
Cerca del espigón y antes de llegar a las escaleras del Náutico es donde se concentra el mayor volumen de residuos. Llegan hasta ahí empujados por el viento. Aunque no correspondería al Ayuntamiento de San Sebastián limpiar esa zona perteneciente al Gobierno Vasco lo hacen a diario. Pasan una y otra vez hasta que en esa zona no queden restos.
Control de manchas
Desde hace dos años el servicio de limpieza del Ayuntamiento cuenta con un dron de última tecnología que permite vigilar desde el aire las manchas que llegan a San Sebastián desde la zona de la cala Txismitarri. «Desde que lo adquirimos ya se ha volado en varias ocasiones. Nos sirve para controlar los residuos que pueden ir llegando y actuar de una forma más rápida. Gracias a las imágenes que nos ofrece podemos movilizar más recursos y controlar que no entren manchas a la bahía», detalla el edil socialista. Aunque no funciona a diario, un equipo especializado se encarga de hacerlo volar, normalmente desde la isla, cuando «sea necesario». Suelen sacarlo cuando se requiera o cuando esperan que vaya a entrar un temporal y temen que arrastre residuos.
Unas maderas impiden que los boletos de las ferias acaben en el mar
Las ferias del Paseo Nuevo han sido y son un reclamo para los donostiarras. Por allí desfilan niños y mayores que no se resisten y prueban suerte en alguna de las tómbolas en las que se reparten desde jamones o chorizos hasta una PlayStation 5. Es frecuente ver por el suelo e incluso pisar algunos boletos no premiados. Por ello, hace unos años el Ayuntamiento decidió atajar este problema colocando unas maderas en la parte baja de la barandilla del Paseo Nuevo. De esta manera se evita queel viento o la lluvia arrastren, como ocurría antes, los papeles al mar. Los técnicos de limpieza del mar aplauden esta decisión porque recuerdan que retirar los boletos requería mucho tiempo y podía ser peligroso al tener que acercarse bastante a la zona de rocas.
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