La regeneración del barrio donostiarra de Martutene arranca con los trabajos para limpiar la parcela de la gasolinera

La promotora Loiola estima en 18 meses el plazo de ejecución del futuro bloque residencial, de cinco alturas y con unas características similares a las edificaciones del entorno. Las llaves se empezarán a entregar a finales de 2026 o principios de 2027, dependiendo del grado de cumplimiento del cronograma previsto. La mayoría de los pisos, todos ellos de tres habitaciones, están vendidos.

Según recuerda la concejala de Planificación Urbanística y Vivienda, Nekane Arzallus, la eliminación de la gasolinera era una demanda histórica de los vecinos de Martutene, que llegaron a reunir más de 300 firmas para solicitar al Ayuntamiento su demolición. Para rediseñar el ámbito se realizó un proceso de participación ciudadana en el que se hizo hincapié en la necesidad de crear un espacio más amable y seguro para el peatón, que transmita calidad de vida y amplitud, que sea luminoso, agradable, calmado y diáfano y que haga de plaza central con buenas conexiones con el resto del barrio. El consistorio intentará que el triángulo resultante reúna todas estas condiciones planteadas por los residentes.

La delegada del PNV subraya que en el plan de regeneración de Martutene se incluye la transformación de la calle Tranbia, con una nueva acera en el lado oeste y la consolidación de los aparcamientos en batería, a los que se podrá acceder de forma directa desde la rotonda inaugurada el pasado verano.

La renovada glorieta, otra reclamación que venía de años atrás, fue precisamente el primer paso para la humanización del núcleo del barrio. Ahora existen cinco pasos de cebra frente a los dos que había, lo que provocaba que muchos peatones debieran cruzar por la carretera, con el peligro que ello conllevaba. Además, las líneas de autobús podrán realizar su parada en la calle Tranbia y no frente al tren de lavado perteneciente a la gasolinera, como ocurría hasta ahora. Esta intervención tuvo un presupuesto de casi 250.000 euros y abarcaba una superficie de 2.140 metros cuadrados.

«La movilidad puede ser uno de los puntos tractores para la transformación de esta zona de Martutene. Nos encontramos en un momento muy importante para repensar cómo queremos aprovechar los espacios urbanos, favoreciendo entornos más calmados de tráfico y, por lo tanto, más amables y seguros para todos los vecinos, especialmente para las personas mayores y los niños», explica por su parte la también concejala jeltzale Olatz Yarza.