La reurbanización del edificio Pescadería de la Bretxa estará acabada antes de Santo Tomás

Un hecho que ha supuesto el retraso de todas las obras de reforma que se debían hacer tanto en el interior del edificio Pescadería como en todo su entorno. En enero del año pasado debían haberse trasladado los asentadores a su nueva ubicación en superficie y en marzo de ese año estaba programado el comienzo de las obras de reurbanización. Ni una cosa ni la otra se han cumplido.

En lo que hace referencia a las obras de reurbanización, recuerda Juantxo Marrero, concejal de Proyectos Urbanos, que «la adecuación de los accesos de esta zona es una actuación que correspondía ejecutar a Baika». Como tal, el consistorio realizó el requerimiento correspondiente para que esta empresa cumpliera con su obligación. «Ante la inactividad del concesionario», añade, «se inició un procedimiento para ejecutar la urbanización complementaria de la Bretxa por ejecución subsidiaria», en cuyas obras se incluye la adecuación de la plaza situada entre Pescadería y Arkoak y las calles Iñigo y Aldamar. «El plazo de ejecución de esta actuación es de tres meses», estando previsto que las obras se realicen «del 1 de septiembre al 1 de diciembre». Una vez acabadas, el trámite de recepción de obra se realizará en diciembre, «habiéndonos fijado como objetivo que las obras se reciban antes de Santo Tomás».

Estas afirmaciones las hizo el concejal del PSE en la Comisión de Espacio Público celebrada este lunes en el consistorio a preguntas de Víctor Lasa, portavoz de Elkarrekin Donostia. Este interpeló al delegado de Proyectos Urbanos por la entrada que el centro de salud de Osakidetza, situado en Pescadería, tiene desde Aldamar. Lasa explicó que «en la puerta del ambulatorio existe un escalón que debido a las obras deja un obstáculo insalvable para muchas personas y es cuanto menos incómodo para todas». Por ello preguntó a Marrero: «¿Por qué no se adecúa esta entrada para que sea accesible y no tenga obstáculos innecesarios?». El edil socialista le respondió que esa actuación de «adecuación» de la calle Aldamar en el ámbito del ambulatorio entra dentro de las obras de reurbanización de toda la zona.

En lo que hace referencia a esta reurbanización, es en Aldamar donde se van a registrar mayores cambios, sobre todo a lo largo de sus 180 metros de longitud entre el cruce de la calle Iñigo y el Boulevard. Los nuevos usos del edificio Pescadería, –centro de salud, futuro mercado y cancha polideportiva–, recomiendan una mejora sustancial de su carácter peatonal. Las aceras pasarán de una anchura de 2,9 metros a tener 4,3. No solo se van a eliminar las filas de aparcamiento, sino también los alcorques de su zona sur. Habrá un solo carril de circulación que pasará de los 4,7 metros de anchura a tener 3,8 y toda la calzada será reasfaltada. En la parte derecha, junto a Pescadería, se trazará una hilera de 2,35 metros para carga y descarga y un espacio reservado para ambulancias.