
Ciudadanos | Mónica Arzubialde
«Nosotras sí sabemos de cuánto es una bombilla con solo mirarla. Ellos, no»Secciones
Servicios
Destacamos
Ciudadanos | Mónica Arzubialde
«Nosotras sí sabemos de cuánto es una bombilla con solo mirarla. Ellos, no»Begoña del Teso
Domingo, 22 de octubre 2023, 08:43
Llueve lluvia ácida con granos de cemento sobre el escaparate de Cilleruelo, la tienda de iluminación y electricidad de toda la vida. De toda la ... vida de Gros. Lluvia de obra porque están rehabilitando el edificio. Hay un andamio y unos tubos. Hay una tela/lona a franjas blancas y azules que envuelve la casa desde la esquina de Biteri con San Francisco y Trueba. La gente que viene por la iglesia piensan que ya cerró. Los que vienen de la calle Nueva o Secundino Esnaola ven un trozo abierto. Sobre el que llueve. Lluvia de obra. Pero no, Mónica y su hermana Elena Arzubialde Cilleruelo resisten. Vaya que sí.
– Y mira que vuestra calle, Trueba, extendiéndose de Miracruz a Zabaleta, es linda y luminosa.
– Y tanto. Si sigues recto por ella, hasta verás un poco el mar. Suele darle el sol bien bonito y tenemos cerca desde vendedores de alfombras persas hasta sastrerías de empaque como Aldabaldetreku. Más fisioterapeutas y gabinetes de audiometría. Hubo un tiempo en que había demasiados locales cerrados, pero hemos ido recuperando el tono.
– Ya que has tirado por ahí, ¿qué es esa idea tuya de habilitar espacios habitables en los locales que se queden vacíos?
– Un pensamiento al que le doy muchas vueltas, no creas. Tengo la intuición de que poco a poco los comercios pequeños, los negocios de toda la vida como has escrito tú misma, desaparecerán. Y para evitar esa sensación de terreno baldío, de ciudad muerta que causa la vista de tanto cartel de 'Se vende' o 'Se alquila', yo los reconvertiría en lugares donde la gente pudiera vivir. Cumpliendo, por supuesto, todas las normas de habitabilidad. Cumpliendo también unas normas estéticas. No se habitarían de cualquier manera. Quien optara a ellos debería asumir que hubiese flores, luz en la zona que diera a la calle. No sé, es una idea. Prefiero ver un hall con una bicicleta apoyada, unas plantas y un perchero que una verja roñosa.
– ¿En serio crees que desaparecerán los pequeños comercios?
– Yo llevo 27 años en esta tienda, fundada por nuestro abuelo Paco, que junto a su hermano Luis se vino de Valladolid a Ordizia y luego se afincaron en Donostia. Sabemos cómo lidiar, y lo hemos hecho, con las crisis económicas, financieras y hasta pandémicas. En realidad, en esas te bandeas. Contra viento y marea, claro, pero sales. Con lo que no puedes es con los centros comerciales, las grandes superficies y esas marcas supranacionales que se extienden por todo el mundo. Fíjate, la gente no me creía. Hasta que llegó el Covid y se lo pude demostrar. Vaya si se lo demostré.
– Cuenta, ¿qué pasó?
– Que esas macroextensiones no podían abrir y sin embargo nosotros, los pequeños, sí. Y entonces se vio. Vimos que el negocio marchaba bien, que éramos necesarios, que la gente volvía a nosotros. Sin los 'market' y los 'leroyes', todo fluye. Aunque es verdad, bastante gente está volviendo a nosotros. ¿Sabes por qué?
– Creo que sí, atención personalizada, asesoramiento. Sensación de que estás delante de alguien que sabe su oficio. Acabas de detectar la potencia de una bombilla en cuanto la clienta la ha sacado del bolso.
– Y también sé que las bombillas de led no son todas blancas blanquísimas sino que existe un espectro amplisimo de tonos y grados de calidez lumínica en ellas. Y lo sé porque, como le sucede a mi hermana Elena, yo vengo a esta tienda desde cría Me traía nuestra madre, Pili, en brazos. Y luego venía yo después del cole. Fui a Santa Teresa. Nuestros hermanos Javi, Mikel, Jon, fueron a Jesuitas. Nuestro padre se llamaba Miguel. Cuando Cilleruelo hacía también instalaciones eléctricas, todos los trabajadores jugaban con nosotros. Aquí, entre lámparas y apliques.
– Bonita historia, una familia de 'chispas'. Aunque tú ahora vas a tener un título muy postinero...
– He vuelto a estudiar. Por si algún día este negocio solo da para que trabajemos una de las dos, Elena o yo. Siempre me atrajo el mundo sanitario y por las tardes voy a clase al Politécnico Easo. Quiero sacarme el grado superior de Laboratorio Clínico y Biomédico. Me está costando. Hacía años que no cogía libros de texto. Me los traigo a la tienda y repaso entre cliente y clienta.
– No parece que esté yendo mal la mañana. A pesar de la lona tremenda y las goteras de cemento.
– Tienes razón. Y además no te ha venido nadie con una lámpara comprada en otro sitio para que tú le vendas la bombilla o le pongas derecha la tulipa. Y encima te la traen en la bolsa de la gran superficie donde la han comprado. Hay también quien no comprende que es distinto ser un manitas o ser un profesional.
– Pues parece algo de cajón.
– No te creas. La gente piensa, 'esto lo pongo yo', Por ejemplo, las tiras de luces led que se utilizan para iluminar el bordillo de una terraza, de un balcón o se colocan a lo largo del zócalo. Para que queden bien debe hacerlo un instalador. Punto.
– ¿Quedan casas de 125V de tensión y no a 250V?
– Unas cuantas. Bastantes.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La segunda temporada de Memento Mori se estrenará este mes de abril
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.