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Plaza del Buen Pastor de San Sebastián: la gestación de un nuevo núcleo urbano
La ciudad y sus arquitecturas

Plaza del Buen Pastor de San Sebastián: la gestación de un nuevo núcleo urbano

La intervención guiada por Goicoa supuso el hito urbano central en el Ensanche Meridional, en torno al cual se daba sentido al crecimiento de la ciudad

mario domínguez

Lunes, 30 de enero 2023, 07:25

El Ensanche Meridional continúa los trabajos de ensanche iniciados hacia 1865 entre el Boulevard y la avenida de la Libertad. La ciudad necesita del terreno existente hacia el sur y el oeste entre el río, que debe encauzarse, y el pie del cerro de San Bartolomé. Y lo hará suyo haciendo gravitar sobre un gran espacio central abierto nuevas manzanas residenciales y usos públicos. José de Goicoa guiará su evolución, que tras sucesivos tanteos y propuestas llegará al conjunto actual, acrisolando en una plaza la mejor tradición urbanística decimonónica.

Un punto de partida es el 'Proyecto de modificación del plano del Ensanche de la Ciudad de San Sebastián (1881)', con una primera iglesia ocupando ya la manzana entre San Marcial, Arrasate, (llamada 'del Príncipe'), Getaria y Fuenterrabía. El espacio libre central de la propuesta se ubicará mordiendo la tercera fila de manzanas desde la Avenida y en el eje de la calle Fuenterrabía: será un «Jardín Botánico» abierto, de planta elongada y extremos curvos, con la Escuela de Artes y Oficios al este y una «Biblioteca o Museo» al oeste. La solución en fachada curva para las manzanas circundantes se utilizaría en la posterior solución para la plaza de Bilbao (ca. 1903).

Prosperan más variaciones, como la de febrero de 1883, 'Proyecto de modificación del plano de Ensanche de la ciudad', llegando en 1886 al 'Proyecto para Modificación del Ensanche Meridional', con plano firmado por Goicoa y Nemesio Barrio en una fecha escogida: 20 de enero. Su tapiz cartesiano de manzanas de planta cuadrada (52 metros de lado) alberga la necesaria plaza, pero un cambio alterará su posición dentro de la trama, su forma, y su elemento focal: desplazada hasta el eje de la calle Loiola y de planta rectangular, en lugar del Jardín Botánico se establecerá una iglesia de gran escala ligeramente retirada hacia el sur para favorecer la visión de su portada.

La parroquia del Buen Pastor ocupará por fin su sitio actual, proyectada en 1887 por Manuel Echave en estilo neogótico, que como un reflejo desde Santa María en la ciudad vieja se aventurase hacia un futuro que seguiría siendo de arenisca. Alrededor de ella se establecerían tanto viviendas como usos públicos, que insuflarían el carácter de núcleo urbano. En el lado de la calle Fuenterrabía y en el frente de San Martín, las viviendas, estas últimas con soportales tal y como las conocemos hoy; en el lado de la calle Urbieta, un centro docente (Instituto) y uno administrativo (Palacio de Justicia), ambos con soportales en planta baja hacia la iglesia, generándose así, junto con las viviendas de San Martín, un gran frente porticado en dos lados de la plaza.

«Sillares de Motrico»

Sobre estas viviendas, en junio de 1889 se acuerda que «los zócalos, tanto en las pilastras, como en el interior del arco, sean de piedra sillar de Motrico y el resto de sillería arenisca y las entradas por las calles laterales, en el ancho al menos de los arcos». El mismo Goicoa definirá su alzado frente a la iglesia con cuatro alturas y fenestración vertical a eje desde el centro de cada arco de medio punto, en un ponderado ejercicio de proporciones neoclásicas manteniendo la planta baja porticada con una altura exacta a la suma de las dos plantas inmediatamente superiores, más una última planta y cubierta cerrando el esquema.

Catorce arcos a cada lado de la calle Loiola proporcionarán la zona de refugio peatonal ya solo en ese lado norte de la plaza. Sus flancos este y oeste serán ocupados definitivamente por viviendas sin soportales, acompasadas al ritmo compositivo, alturas y materiales propuestos por Goicoa, participando en ellas protagonistas de la construcción donostiarra en esos años: José María Múgica, el propio Manuel Echave, Juan R. Alday, Carlos Ibero...

Los edificios públicos definitivos serían ubicados al sur de la plaza perpendiculares al ábside. Tras varias propuestas, serán el Instituto de Segunda Enseñanza (1896) de Cortázar y Luis Elizalde, y la Escuela de Artes y Oficios (1905) de Domingo Aguirrebengoa los que den frente a una calle Urdaneta que enlaza hoy, en un abrir y cerrar de ojos y como sin querer, el fundacional viejo cerro con el Modernismo quimérico de Prim.

El 'Buenpas', en fin, es una prueba de que el todo es mayor que la suma de sus partes. El conjunto trasciende la potencia focal de la catedral, y el equilibrado balance material y cromático con los edificios que la ciñen genera una atmósfera envolvente y reposada. Al trajín constante del uso de la plaza al pasar, se superponen todas las perspectivas filtradas por las calles que la rodean y en la que desembocan, traduciéndose en un ámbito dominante y magnético ya no para la zona, sino para la ciudad.

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