Niños saharauis en Donostia, en una imagen de archivo. DV

San Sebastián busca familias de acogida para los niños saharauis

Tras dos años de parón por el Covid-19, este verano vuelve el programa 'Vacaciones en Paz' con el que los menores pasarán dos meses de vacaciones en la ciudad

Beatriz Campuzano

San Sebastián

Lunes, 21 de marzo 2022, 11:36

Tras dos años de parón por el Covid-19, vuelve el programa 'Vacaciones en Paz' con el que menores saharauis pasarán dos meses de vacaciones acogidos en familias donostiarras. A diferencia de otros años esta vez solo vendrán los niños que se soliciten y solo los nacidos en 2014.

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La concejala de Cooperación, la socilista Ane Oyarbide, ha presentado el programa y ha destacado que «si las condiciones de vida en el desierto no son nada favorables por sí solas, en los últimos tiempos se han añadido la pandemia y la guerra, agravando su situación, de la que son víctimas especialmente los niños, Este año, más que nunca, merecen un mes fuera de ese escenario hostil, disfrutar de su infancia y aprovechar su estancia en San Sebastián para realizar revisiones médicos y otras ayudas. Este programa ayuda a que conozcan otros pueblos y otras realidades y vivan fuera de un campamento en el que en verano se alcanzan los cincuenta grados».

La colaboración de San Sebastián con el pueblo saharaui viene de lejos. Este año, por primera vez, el Ministerios de Juventud y Deportes del Frente Polisario ha modificado las condiciones que venían basando esta campaña. «Solo vendrán los niños que se soliciten y serán solo los nacidos en el primer trimestre de 2014, es decir, solo quienes cumplan 8 años», ha explicado la concejala socialista.

La campaña de solicitudes estará activa hasta el 27 de marzo y en función del número de familias de acogida que se consigan vendrán más o menos niños. Por ello, desde el Ayuntamiento hacen un llamamiento para que se sumen el mayor numero posible de familias y que los los niños saharuis disfruten de su familia de acogia. «Es importante que haya familias donostiarras que estén dispuestas a acoger a estos niños en verano, ya que pueden quedarse en el desierto si no hay una solidaridad palpable. Ahora partimos de cero», ha detallado.

Los menores que vengan se intengran dentro del núcleo familiar, comparten con el grupo una serie de actividades comunes y aprovechan para hacer revisiones médicas, favorecer una buena alimentación y conocer una cultura y un idioma nuevo.

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