Ciudadanos | Fabián Rueda
«Siempre te hace sonreír, casi reír; aunque cierto es que derramarás lágrimas»Secciones
Servicios
Destacamos
Ciudadanos | Fabián Rueda
«Siempre te hace sonreír, casi reír; aunque cierto es que derramarás lágrimas»Caraqueño, hijo de Gabriel y Rosalba (de orígenes colombianos), esposo de Carola (nacida en Luxemburgo de padres alemanes), amigo de Johnny Porto (coctelero y cocinero) ... y de Iñigo Rosco (gourmet, empresario, comerciante), padre de dos hijos y residente desde hará unos 18 meses en Astigarraga, Fabián es un ingeniero industrial definido como 'entrepreneur' en Linkedin que marchó con una beca a Berlín y se quedó veinte años. Hizo muchas cosas en esas dos décadas. Por ejemplo crear Chili Mafia. ¿El grupo de música que corta samplers, elige breakbeats y tira de autotune? No, una compañía que cultiva, cuece, prepara y comercializa las salsas picantes que hoy todo el mundo busca y prueba. En mayo y junio organiza, con Johnny e Iñigo (Meraki gastronomía) la primera Ardor Fest de Vasconia.
– Confiésalo, Carolina te hizo llorar. Mucho.
– Por supuesto que lloré por Carolina, por Carolina Reaper. Me cayó un poco en el ojo y durante mucho, mucho mucho tiempo seguí llorando por Carolina, sí. Además, para entonces ya sabía que no podía enjuagarme esas lágrimas con agua porque lo único que conseguiría sería enrabietar más a esa sustancia que también nos provoca risa loca; algunos somos adictos a ella. Ay, la capsaicina. Cierto que se usa en farmacología para aliviar el dolor pero antes de sanar, los capsaicinoides queman, irritan, dan placer.
– ¿Sigues queriendo a Carolina?
– Faltaría más. Piensa que en 2013 fue considerado el pimiento más picante del mundo, con 2.220.000 unidades de escala Scoville. Pero no quiero solo a Carolina; me he enamorado de los chiles mexicanos secos. Del morita que es negro como la turba y con el que se puede hacer una salsa de cerveza impresonante. Me muero por el Trinidad Scorpion al que en alemán llamamos 'Grossmaul Killer'...
– ¿Lo traducimos por 'Callabocas', te parece?
– Yo diría que sí. También diría que habrá muchos de esos por la feria que estamos organizando, por nuestra Ardor Fest en la que no solo se pondrán puestos y tenderetes en la calle Gregorio Ordoñez sino que a lo largo de mayo los bares guipuzcoanos competirán por crear el mejor pintxo con picante, que se decidirá por votación electrónica popular entre los clientes. En junio, concurso de comedores/degustadores/ mártires de los habaneros, los jalapeños, los... Y ahí habrá mucho 'bocachanclas' que dirá yo me como cualquier cosa. Entonces ofrécele un Trinidad Scorpion y...
– ¿Llorará como un niño? ¿Reirá como un loco?
– Lo curioso es que al principio creerá que controla, que no le pica. Pero porque ese chile es de efecto retardado. Pasan unos 20 segundos hasta que notas el zarpazo...
– Fantástico. Me gusta el nombre de tu compañía, fundada en Alemania pero con conexiones en medio mundo incluidos los miembros del reputadísimo Clifton Chili Club de Bristol o la Pfefferhaus de Berlín. Sois Chili Mafia. Tienda on line y más...
– Empecé esta aventura hará unos cinco años. Había trabajado mucho en el comercio on line. Sabía que Estados Unidos, por influencia mexicana, estaba enloqueciendo con las salsas picantes. Sabía, como todos, que lo que arrasa en los USA acaba haciéndolo en Europa. Y quise adelantarme. Aunque ya entonces ...
– ¿Qué?
– Había ferias en Hannover, en Einhoven, en Bruselas. En Inglaterra se organizaban unas cuantas. Y la de Algamesí tiene mucho nombre. Sabíamos que andábamos entre semillas, que cultivábamos, que 'cocinábamos' y que teníamos contactos con proveedores tanto latinos como holandeses... Teníamos maneras de Mafia. De Mafia sabrosa. Hasta cuando preparábamos las salsas debíamos llevar máscara como en 'Breaking bad' porque si no polvo y vapores te llegan a los pulmones. Sí, teníamos un aire mafioso. Además, el amigo que estuvo conmigo al principio, Diego, era de origen napolitano. ¿Qué más necesitábamos para ser Chili Mafia?
– Pero tu idea y la de Johnny e Iñigo, organizadores de Ardor Fest (+ información en ardorfest.com) es llegar mucho más lejos que a la juerga de 'me pica/no me pica', ¿verdad?
– Total. Por eso decimos 'de la locura a la cultura'. El picante, los chiles, las salsas son patrimonio vivo de muchos pueblos. Como sucede con y en el universo de las cervezas artesanales, no solo hay pequeñas fábricas, también gente que se prepara sus salsas con sus chiles en sus casas. Y quien compra semillas porque al crecer algunos son bellísimos e incluso se puede practicar con ellos el arte del bonsai.
– Además no se trata de embadurnar el plato con picante ni de bebérselo a morro, ¿verdad?
– ¡Nooo! Somos picanteros pero también, jugando con la palabra 'comidista', nos consideramos gastrónomos picantistas. Nuestra técnica es el 'goteo'. Sazonamos unas carnes blancas (pollo, pescado...) con, por ejemplo, gotas de 'Caribbean Dancer', una salsa de habanero amarillo y mango. Picantistas y vecinos de Astigarraga, soñamos con encontrar el chile que combine bien con la manzana verde o la sidra.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La NASA premia a una cántabra por su espectacular fotografía de la Luna
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
No te pierdas...
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.