Simulacro de incendio en Garbera

«Ayuda, no puedo respirar»

El ejercicio sí ha cogido por sorpresa a los clientes que a las diez de la mañana esperaban a hacer sus compras. Pasadas las diez de la mañana, poco después de que los comercios levantaran la persiana, se ha escuchado un gran estruendo en el aparcamiento subterráneo, seguido de una densa humareda. «¡Fuego! Solicitamos ayuda a mantenimiento». «¡No puedo respirar!»... Un mensaje en bucle por la megafonía ha obligado a abandonar el edificio a la mayor brevedad, siguiendo las instrucciones de la señalética y los equipos de seguridad.

Pocos minutos después, llegaban siete vehículos de Bomberos, el personal de seguridad de Garbera se centraba en evacuar a los cerca de 600 personas, entre trabajadores y clientes; y miembros de la Cruz Roja levantaban un hospital de campaña en uno de los accesos al centro comercial, donde han tenido que atender a seis personas que han simulado resultar heridas.

A su vez, el resto de servicios de emergencias movilizados situaban el Puesto de Mando Avanzado (PMA) a pocos metros para coordinar la intervención. «En este caso, en el PMA había una representación de los sanitarios, Policía Municipal y Ertzaintza, proteccion civil, bomberos, y responsables del centro comercial», apunta Beatriz Ayala, oficial de bomberos de Donostia, quien aclara que este puesto solo se activa en casos de envergadura.

Tras la reapertura del centro, con una mayor superficie de comercial, tanto las brigadas de Bomberos como la Guardia Municipal han visitado el centro para conocer las nuevas instalaciones antes de actuar en el simulacro. «Garbera es el centro de mayor afluencia de Gipuzkoa y este ejercicio sirve para testar el dispositivo y comprobar que el plan de autoprotección funciona correctamente», ha comentado Patxi Anguera, subcomisario de la Guardia Municipal.

Para esta intervención, han coincidido todos los mandos, la «coordinación» entre todos ellos es «fundamental». «Es un edificio muy grande, nos va a costar ubicarnos, y por eso es importante que los trabajadores del propio centro nos guíen», ha apuntado Beatriz Ayala, oficial de Bomberos de Donostia.

El balance de heridos leves simulados ha rondado la media docena, y de ellos se ha encargado Unai Galarza, coordinador de emergencias de Cruz Roja en este ejercicio. «Ahora tendremos que hacer una valoración, pero creo que ha ido muy bien», ha dicho satisfecho. «Hay que estar preparados y saber qué función tiene cada uno para saber actuar si se da un caso real».

Mikel Uranga ha sido uno de los atendidos por el equipo de sanitarios. «La explosión me ha pillado junto a la máquina de vending y teóricamente me ha afectado a una pierna. Estos ejercicios vienen bien para interiorizar qué hacer. Y lo esencial es hacer caso a los que saben». En este sentido, apunta Ayala, «no hay que esconderse ni quedarse en lugares en los que los rescatadores no te puedan encontrar».

En este sentido, la gerente de Garbera, Nuria Vegas, ha subrayado que «priorizamos la prevención y, para ello, hemos formado a los trabajadores del nuevo edificio. Lo consideramos fundamental para la seguridad de empleados y visitantes. El ejercicio ha sido un éxito».