Sirimiri: Árboles en riesgo de caída en Egia

Opina Josemiguel Mitxelena: «Vergonzosas las declaraciones del concejal de seguridad, Martin Ibabe. Se supone que su trabajo es la seguridad de los donostiarras y nos metió el miedo en el cuerpo. Se sacudió su responsabilidad y más o menos nos dijo 'quédense en su casa', 'es una sugerencia, no una prohibición'. ¿Esa es su manera de hacer su trabajo? Apoyo totalmente la postura de los padres de la escuela pública de Amara Berri, ¿qué es lo que nuestros hijos van a aprender de esto? ¿Por qué no se evitó que los radicales del Anderlecht se acerquen a Donostia ? Sr. alcalde, si en todo vamos a estar así... Esto se suma a la creciente inseguridad ciudadana, cuyos incidentes y agresiones no se denuncian por el miedo a la tortura psicológica que supone revivir la agresión al pasar por la comisaría y por los juzgados, por el miedo a que el delincuente conozca nuestro domicilio, por ser tratada la víctima peor que el delincuente, por los tiempos de la justicia interminables, lo que hace que el estrés de la víctima se alargue años...».

Comenta Xabier de Miguel: «Totalmente de acuerdo con Antxon Azurmendi. Jueves, 10.30 horas, camino por Cristina Enea sentido Tabakalera. A la altura del estanque, un joven viene en bicicleta a toda pastilla. Al llegar a mi altura, le digo que respete el parque. Al tiempo que sigue pedaleando me espeta que está en una pista forestal. No hago sino terminar el estanque, cuando una joven de rubia melena me adelanta con su patinete eléctrico y se lanza cuesta abajo hacia Duque de Mandas... En efecto, Antxon, media docena de multas y se acaba el problema. La voz corre enseguida. Pero, por lo visto, el Ayuntamiento tiene otros problemas prioritarios».

Escribe Marisa: «Últimamente leo bastantes quejas sobre la dificultad para comprar billetes en Avanza. Aquí va otra. El jueves tenía que coger el primer autobús, el de las cinco de la mañana, para desplazarme a Loiu. El domingo anterior fui a la estación de buses para comprar el billete de bus al aeropuerto y evitar cualquier contratiempo a horas tan tempranas. Cuál fue mi sorpresa cuando en la taquilla me dijeron que con la Mugi no me podía vender el billete porque estábamos en septiembre y, al ser un mes distinto, el sistema le impedía expedirlo. Que volviese a partir del día 1. Y si el viaje fuese precisamente el día 1, ¿qué hago? ¿Pero qué servicio es este?».

Plantea Rubén «en representación de numerosos usuarios de Ondarreta»: «Terminó la temporada y vuelven los perros a las playas, además enloquecidos al recuperar su espacio. Pensamos que en unas playas urbanas como las de Donostia, que se usan todo el año, debería prohibirse el acceso de los perros también todo el año. Y como mal menor, que por lo menos vayan atados. Ahora es la ley de la selva: te saltan encima, mean en las toallas, te arrollan en sus carreras imparables. Y encima, los dueños te miran sonriendo: 'No hacen nada, solo quieren jugar'. Y nosotros, disfrutar de la playa en paz».

Julen Gil y Yassdey Paz nos envían estas líneas: «Queríamos agradecer a todo el servicio de Ginecología del Hospital Donostia su atención profesional durante nuestro embarazo. Y queríamos hacer una mención destacada a los enfermeros Amaia, Telmo y Eva, por su gran profesionalidad y excepcional calidad humana. Supieron entender las necesidades de mi pareja en las horas difíciles del parto, le escucharon con paciencia y le guiaron en el nacimiento de nuestra pequeña Xare. Gracias de corazón».