Sirimiri: «Atascos diarios» en Amara Berri

Comenta Koro Aramburu: «Leo en DV que la preciosa Torre Satrústegui lleva deshabitada desde 2019 y que la familia lo vendió al grupo inmobiliario de Víctor Madera. Es increíble la burocratización absurda del actual Ayuntamiento, que deja que dicho edificio haya sido 'okupado' y esté en un estado lamentable, cuando hace ya más de cinco años que tiene la petición del actual propietario para su rehabilitación y conversión en un hotel de lujo. Espero que el Sr. alcalde siga las directrices del lehendakari, quien manifestó su decisión de terminar con burocracias absurdas que lastran el avance en Euskadi ahogando todo proyecto. Así como creo que el proyecto del edificio del convento de las Salesas de Intxaurrondo Viejo que se va a convertir en hotel tiene otros usos posibles y más adecuados, como el de viviendas para jóvenes y mayores en régimen de alquiler, el de la Torre Satrústegui por su localización solo puede ser hotel. También llevamos años con el tema de qué hacemos con las autocaravanas, un medio de transporte que usan muchos turistas y al que no se ha dado solución, y seguiremos así verano tras verano. Sr. alcalde, es hora de dejar el laberinto burocrático en el que está metido el Ayuntamiento (nos recuerda a 'Las doce pruebas de Asterix'). Queremos que en el siglo XXI el consistorio sea más resolutivo».

Comenta Adriana Ayala: «Se cumplen 91 años de la fundación de Onkologikoa, primer centro integral para el tratamiento del cáncer en todo el norte, tercero en España. Muchos años de trabajo persiguiendo la excelencia en el trato y cuidado de los pacientes. Ha sido pionero en las campañas de diagnóstico precoz, en el tratamiento conservador del cáncer de mama, en la reparación estética tras mastectomía radical, en braquiterapia ginecológica, mamaria, prostática y bronquial, en radiocirugía, en implantes de hialurónico para proteger las estructuras indemnes peritumorales... Ha sido referente en multitud de disciplinas cuando no existían servicios multidisciplinarios para el tratamiento integral del cáncer, cuando no había en nuestro ámbito ningún otro centro tan bien equipado en medios técnicos y con equipos humanos implicados en sacarles el mayor partido. Me siento muy agradecida y orgullosa por haber formado parte de él y me entristece saber que mis compañeros del antiguo Oncológico, que aún están en activo, que tanto y tan bien han trabajado y trabajan, simplemente serán subrogados, no equiparados ni considerados, siendo todos ellos los auténticos activos del sistema sanitario que debiera ser puesto en valor para animarles a mantener el centro y el espíritu con que fue creado».

Un lector del barrio de Gros critica la colocación de un nuevo aparcabicis en Gros: «Nos han colocado un nuevo aparcabicis, además de los que ya tenemos en la plaza de Cataluña, a la altura del número 35 de la calle Zabaleta. Este nuevo elemento nos entorpece el paso a muchos vecinos y gente mayor que tienen ahí los bancos para sentarse y que está en el paso para ir al mercado, la farmacia y otros servicios del barrio».