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Escribe el lector Edu Sánchez: «Este camino que parece se adentra en el Palacio de Aiete desde el paseo Borroto está muy abandonado y no lleva a ninguna parte. De hecho acaba en una tapia. Estaría bien que se adecuara o de lo contrario condene, evitando bajadas innecesarias y sustos por ser un punto negro».
Sirimiri: Un camino sin salida hacia el Palacio de Aiete

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Sirimiri: Un camino sin salida hacia el Palacio de Aiete

El Diario Vasco

Sábado, 2 de diciembre 2023, 07:24

Límites de velocidad

Fernando Ruiz escribe sobre el eje Este de Donostia, «y me refiero a las dos señalizaciones existentes de límite de velocidad a 30 km/hora. Tanto en la avenida de Navarra como en el Alto de Miracruz se colocaron estas prohibiciones en los tramos de mayor peligrosidad al atravesar zonas escolares. El nuevo reglamento de la DGT establece dicho límite para aquellas vías con un único carril en cada sentido y aquí tenemos dos carriles en cada sentido; los coches llegan a esta zona a más de 50 km/h y no reducen a 30. Si alguien lo hace, rara excepción, te adelantan por el otro carril. Ambos tramos se convierten en el espacio ideal para superar al más lento, por supuesto incumpliendo la normativa y creando peligro donde más precaución se requiere. Todo este eje de entrada y salida de la ciudad es una zona plagada de problemas que tiene una gran solución a todos ellos y que es necesaria para el transporte público: el carril-bus. Su implantación es bien fácil y barata, que resolvería por sí misma los adelantamientos con excesos de velocidad, ordenaría y calmaría la circulación, consiguiendo disminuir tanto los accidentes como su gravedad, rebajando ruidos y contaminación. Las motos, bicis y patinetes tendrían un plus de seguridad. Las limitaciones de velocidad a 30, 40 y 50 km/hora serían más fácilmente respetadas en estos recorridos al circular por un carril y el transporte público saldría beneficiado siempre, incluyendo la época de cierres por saturación de tráfico en la ciudad. Sería aplicar una medida muy positiva en lugar de las regresivas que se toman. Todo ello pensando en cómo debemos de circular en el futuro y por supuesto en el presente».

Triángulo de Egia

Comenta Peio Almazor: «El pasado día 30 de noviembre, hacia las 19.00 en la cuesta de Jai Alai (Egia), me encontré con una piedra y algo de tierra que ocupaban media acera, justo debajo del deteriorado puente de Latxaga, al lado de la entrada al Gasteszena (casa de cultura de Egia). Aprovecho para agradecer la rápida actuación de la Policía Municipal y los Bomberos que acudieron al lugar. Entiendo que el triángulo formado por Jai Alai, Aldakonea (zona alta) y Calzada de Egia no ha recibido, ni recibirá los 'votos' suficientes de los ciudadanos, para que el Ayuntamiento de Donostia decida, algún día, solucionar los múltiples problemas existentes en la zona provocados por el paso del tiempo y su abandono, que ayuden a prevenir accidentes como este».

Y dale con el GOe

Dice Ernesto Soler: «Hace unos días un vecino de Gros criticaba a otros vecinos contrarios a la construcción del nuevo edificio del BCC, bajo el argumento de: «…ya que muchos estamos a favor del proyecto». Mira que es sencillo el sistema democrático, y cuánto cuesta aplicarlo. En democracia, se puede tener una opinión diferente a las decisiones legítimas apoyadas por la mayoría. Por eso es una democracia, porque se da voz a opiniones diferentes. Además de ejecutarse lo decidido por la mayoría, ¿los demás no tienen derecho a pronunciarse? No me gusta la decisión tomada con ese edificio. La he estudiado y la construcción de ese edificio en ese emplazamiento me parece un error. Por supuesto que acato la decisión, faltaría más, pero de ahí a que: «…se trata de una decisión legítima y no cabe discusión». Sr. vecino representante de «todo el barrio de Gros». Por supuesto que cabe discusión. Siempre».

Sin humos ni ruidos

Lola Montesinos señala: «Con los cambios de tráfico, hoy San Sebastián es más tranquila, menos ruidosa. Solo faltaría que todo el transporte público fuera soterrado, porque los autobuses molestan. ¡Algún día quizás!».

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