Sirimiri: Charcos en la calle Mantulene

Escribe Juan Pedro Zabalburu: «Me sorprende alguna contestación que ha recibido el escrito en el que me quejaba de las ruidosas 'conmemoraciones' del 31 de agosto. ¿De verdad para que aprendamos de aquel desastre tenemos que organizar este otro? A mí me parece que así no se aprende nada, sino todo lo contrario. En una zona donde la saturación de todo tipo de ruidos llega a cotas inimaginables y los controles del Ayuntamiento ni están ni se les espera, ¿Hay que inventar más festejos escandalosos? ¿Les parecen poca cosa los Carnavales, las fiestas del Carmen, la Semana Grande, las Regatas, el festival de Jazz y la madre que los parió? ¿tengo que 'abandonar la ciudad', como me propone Javier García, en todas esas ocasiones? Todos estos montajes en la Parte Vieja y Centro, con muy desagradables consecuencias además para enfermos, niños, perros, pájaros… y transporte público. Y no nos olvidemos del Gaztelu Eguna, otra juerga reciente y atronadora. Dentro de poco para empadronarse donostiarra tendrán que exigir que seamos sordos. Como lo es nuestro Ayuntamiento ante las repetidas quejas del vecindario».

La empresa Dbus responde al Sirimiri titulado 'Fútbol y Bus' publicado hace varios días: «Desde Dbus queremos indicar que somos conscientes de que el servicio que se está ofreciendo tras la finalización de los partidos no es óptimo. Protección Civil mantiene el tráfico cerrado durante 15 minutos, para que las personas puedan abandonar el estadio con la máxima seguridad, por lo que los autobuses de reserva (ubicados en las cercanías del Estadio) no pueden acceder a las paradas hasta pasado ese tiempo. Por ello, se está trabajando tanto con Protección Civil como con Movilidad para encontrar una solución de paradas más adecuada que permita que en todo momento haya autobuses en las mismas cargando a personas usuarias. Asimismo, esta situación está provocando que el nerviosismo de algunas personas se traslade en faltas de respecto graves al personal de Dbus que se encuentra trabajando y buscando ofrecer el mejor servicio dentro de las circunstancias. Se ruega máximo respeto».

Begoña opina: «Ya está bién, los donostiarras estamos hartos, nunca nos escuchan, no queremos más obras innecesarias y me da igual que se aprobase ese centro comercial hace diez años, va en contra de todo sentido común, es antiecológica, contaminante y va a terminar con la salud de los donostiarras. Sr. Alcalde, dedíquese a lo que los vecinos pedimos que es limpieza, arreglar aceras y calles, cuidar los árboles, parques y jardines y poner la policía patrullando todos los días en la ciudad para terminar con la inseguridad y la delincuencia que campa a sus anchas. Las asociaciones de jubilados deberían movilizarse con el resto de la sociedad civil para que esta obra no se realice».

Denuncia Marisa: «Quisiera pedir a nuestros políticos un poco de sentido común y que piensen las cosas dos veces antes de lanzar sus proyectos 'lumbrera'. La idea de sacar a los autobuses de la plaza de Gipuzkoa está muy bien, pero es absurda la inversión que supondría hacerla en paseo de los Fueros cuando ya tenemos una estación que ha funcionado durante años y está pensada para ello en Pío XII. Solo hay que reabrirla con unos pequeños cambios. Esa zona está también céntrica, evitaría congestionar más aún la orilla izquierda del Urumea, y facilitaría la salida directa de la ciudad por el puente de Jose Antonio Aguirre. Por favor sean sensatos y cambien de opinión cuando sea para mejorar y no para empeorar las cosas. Ya estamos hartos de obras innecesarias y muy costosas por toda la ciudad».