Sirimiri: La Fundación Adinkide celebra su tamborrada

Escribe Gorka: «Regalar un parque público a una universidad privada para que lo sustituya por un negocio particular como el BCC es una aberración y un abuso. Si de verdad la localización del BCC tiene que ser un parque con tamarices cerca del mar en un barrio ya saturado, animo a PNV-PSE a que vayan con todo y lo construyan en los jardines de Ondarreta o en Alderdi Eder. Siguiendo su razonamiento, no habría sitio mejor».

Denuncia Mª Jesús Echave: «Noche del 9 de enero, 1 grado de temperatura. En Donostia, sensación térmica de -1. Las 250 personas que están pasando la noche en la calle se mueren de frío, mientras el Ayuntamiento mira para otro lado teniendo el albergue de La Sirena cerrado. Esta situación es demencial e insostenible. Ya llevan unas cuantas noches en estas condiciones. Ni siquiera ejecutan su propia normativa, abrir el albergue cuando hubiera riesgo de helada, ya de base muy criticable. Es urgente que se abra La Sirena antes de que ocurra alguna desgracia. ¿Asumimos esta situación como ciudadanos? Tendrán que explicar cómo gestionan nuestros impuestos».

Expone Lucio Román: «Debe ser súper bonito tener el Top 14 de rugby francés en el Miniestadio. Me daría un poco de vergüenza que un club de otro país nos comprara un estadio a cambio de una remodelación la cual ha sido prometida por un consistorio lamentable en materia deportiva. La nueva ciudad deportiva de Anoeta va ser un icono en Europa (eso me pareció leer ). Pocas instalaciones han visto por Europa nuestros políticos. Lo que deberían hacer es remodelar ese querido Miniestadio con nuestro dinero y alquilárselo a nuestros amigos del Biarritz o a cualquiera, y con un plan de conciliación con los habitantes de Donostia y en especial de Amara, que tanto sufren con cualquier evento en dicha zona».

Una lectora se queja del mantenimiento de los contenedores de basura: «Los donostiarras nos hemos acostumbrado a reciclar hace muchos años, hemos sido de las ciudades adelantadas en cuanto al orgánico, el aceite, la tecnología, etc, pero el Ayuntamiento no ha hecho lo propio en cuanto a la limpieza de los recipientes de basura. Los contenedores a menudo están sucios y rotos y más de una vez, en barrios como Amara, por la noche se ven roedores en torno a los mismos. Ahora se pretende por parte del Ayuntamiento subir la tasa de basura alegando que no cubre el gasto que genera. Como ya alguien dijo en esta sección, existen los precios políticos para los servicios públicos. Lo que no es de recibo es que el servicio público, una vez que instalan los contenedores de basura, no se encargue de limpiarlos y cambiarlos cuando estén rotos».