Sirimiri: Zubiaurre, a la intemperie

Escribe Adela Agirre: «Como usuaria del autobús para ir a mi lugar de trabajo, he de decir que muchas veces en los trayectos desde Amara se usan autobuses articulados tanto para ir a Gros como para el Boulevard y normalmente van medio vacíos, haciendo más incómoda la conducción para el chófer y el viaje para los usuarios. Creo que estas cosas debería tenerlas en cuenta la edil de Movilidad, así como que los autobuses sean eléctricos y la tarea importante de la educación a los ciudadanos en la importancia de usar el transporte público, la bicicleta y las piernas».

Protesta Andoni L.: «Indignación, incredulidad, enfado, pena, estupefacción... son los sentimientos que se fueron sucediendo en el ánimo de muchos vecinos, mientras asistíamos, impotentes, a la tala de los árboles del paseo de Errondo. En solo dos días el Ayuntamiento hizo desaparecer plátanos de unos 70 años, dejando al paseo y a los vecinos desolados. Nuestros gobernantes, en un ejercicio de opacidad inaudito, nos han privado para siempre de unos árboles que aportaban armonía, sombra y salud en unos tiempos donde estas son más necesarias que nunca. Solo habían pasado unos pocos días desde la tala masiva de Manteo. Este proceder de nuestro Ayuntamiento, incomprensible e inaceptable, es lo contrario de lo que debería ser una buena gobernanza. Desánimo y pesimismo por el presente y futuro de San Sebastián es lo que sentimos muchos ciudadanos y una total desafección respecto a la política municipal».

Denuncia Coro: «No solo estamos hartos de las movidas con el fútbol, si no de todos los días, soportar robos, peleas (a machetazos y palos), también la suciedad de los arkupes de Armerías, donde personajes complicados beben a cualquier hora del día y dejan todos los restos, no solo de lo que comen y beben, también sus orines que no tienen ningún problema en hacerlo hacia los comercios y portales. Si alguien viniera por aquí vería las aceras negras de restos de bebidas y suelos pegajosos que no limpia nadie. El parque de Ferrerías, por llamarlo de alguna manera, sin hierba, con las ramas tan bajas que en cuanto salgan las hojas nos golpean en la cabeza y juegos obsoletos para los niños y muchas ratas en los alcorques de los árboles con agujeros enormes sin fondo visible. A ver si alguien se digna a hacer algo, los vecinos ya soportamos demasiado y el Ayuntamiento de la ciudad no hace absolutamente nada».

Comenta José Luis C.: «Leo estos últimos días en está sección de Sirimiri a los donostiarras quejándose de que el Ayuntamiento se dedica a recaudar a cuenta de las multas. Pues bien, yo debo ser el único que no ha tenido esa 'suerte', más que nada, porque no hago nada para que me sancionen. Usen el transporte público de la ciudad y dejen de llorar por favor».