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Santi esgrime un'Sound System', una radioK7, sí. Porque, espadista, tiene un podcast, 'Llamada a pista'. L. ALTUNA
«Si solo hablas de tu libro puede que el del otro resulte más interesante»

Ciudadanos

«Si solo hablas de tu libro puede que el del otro resulte más interesante»

Santi Godoy Castello ·

Conversaciones de final de pista en el IX torneo Comas Auditores

Begoña del Teso

San Sebastián

Domingo, 3 de marzo 2024, 08:45

Técnico superior de esgrima y coordinador de actividades de ocio, director del club d'Esgrima Sala d'Armes Garraf. Coordinador de cursos de estrategia, táctica de combate y coaching deportivo. Coordinador de cursos de planificación, estructuración y consecución de objetivos. Participó con su club en la novena edición del torneo de esgrima patrocinado por Eduardo Comas, espadista, auditor y coleccionista de las más bellas armas de duelo y batalla. Santi tiene un podcast sobre el noble arte de los espadachines titulado 'Llamada a pista'. El que realizó desde Donostia fue el número 199. Lo hace en complicidad con Willy Cornet, fan irredento del cine friki de los 80.

– Un chaval que no habría cumplido los 20 años te sacó de la pista el sábado 17 en el polideportivo Pío Baroja. ¿Sensaciones?

– Excelentes. Por un lado, la alegría de ver que los alumnos de un gran camarada, amigo y maestro como es Jon Duque están o van a estar en lo más alto. Por otro, el comprobar, desde mi derrota, que el torneo Comas Auditores tiene tanto prestigio entre los esgrimistas que los clubes vienen a por medallas con los mejores de su sala de armas. Nada de equipo B, nada de banquillo, nada de descartes, fueron a Donostia con lo más granado de quienes ya ascendieron a la Liga de Oro de la espada nacional. Ese fue el caso del Club Navarro de Esgrima, entre cuyos tiradores destaca Yago Navarro. Además, como pasa en el rugby, en nuestro deporte también existe un tercer tiempo. El de aquel sábado lo celebramos en una sidrería. Increíble. Fuimos 100 espadistas masculinos y más de 20 mujeres. En cuanto a mi derrota...

«Hay un deporte no 'rey' sino 'dictador' en este país. No nos importa, el nuestro es completo y complejo»

– ¿Sí?

– Mi historia de amor con la esgrima tiene dos momentos muy diferenciados y diferentes. Durante mucho tiempo yo hacía esgrima para competir. Y competía para ganar. Llegué a la selección juvenil. No entendía la esgrima si no era para eso, para combatir por un podio. Cuando dejé de ganar, de competir, abandoné la espada. La recuperé a tiempo. A tiempo para aprender a tirar por placer, por disfrute. Por la complejidad de nuestro deporte. Ahora practico sabiendo que puedes hacer buenos tocados pero al mismo tiempo, no lograr un buen puesto en un torneo como el del Fortuna.

– ¿Cómo es posible eso?

– Fácil. Cuando eres de una selección, cuando te preparas para un torneo estás a eso, a competir, a ganar. Y puedes ser muy bueno en ello. Porque tienes control emocional, porque no te encoges en la lucha. Pero también pasa que aunque seas una nulidad cuando está en juego una medalla, puede que sin esa presión seas un grande de la esgrima de tu club.

– Entendido. Hiciste tu postgrado de Gestión Deportiva y entidades deportivas en el Johan Cruyff Institute. Vaya puntazo.

– Ni te cuento. Bueno, sí, os lo voy a contar. Por de pronto te diré que para mí Cruyff fue una especie de Bill Gates del fútbol, del deporte. No solo fue el jugador y el entrenador que todos sabemos sino que controlaba los misterios del fútbol como negocio, como activo, como inversión. Aún vivía cuando yo hacía ese postgrado y cuando aparecía por el instituto, sus palabras eran auténticas clases magistrales. Entre mis compañeros de estudios había gente de muchísimo nivel deportivo. Estaba, por ejemplo, Mario Pestano, buen lanzador de disco, campeonísimo nacional. El objetivo de aquellos cursos era entender el deporte como una actividad con peso en el PIB, y formar a los deportistas en asuntos de economía. Para gestionar tanto la suya como la de un club.

– Pero el punto romántico existe, ¿no? En nuestra charla has repetido que tú no harás esfuerzos brutales para convertir la esgrima en un deporte muy, muy 'vendible'. Y eso que por haber hay hasta una Barbie esgrimista.

– No me empeño ni me empecino. Creo que en nuestro país hay un deporte que más que 'rey' es 'dictador' pero que por serlo es también de consumo rápido, como la comida más o menos basura. Calorías sin nutrientes. El nuestro puede que sea minoritario. Aquí, no tanto en países que no están sometidos por un único juego nacional. En Estados Unidos, por ejemplo, la esgrima atraviesa una evolución y una ascensión imparables. Yo no quiero que todo el mundo vea esgrima. Solo quienes pueden tomarse su tiempo para aprender a mirar.

– Y practicarla, ¿quiénes?

– Quienes entiendan que para hacerlo se necesitan mecánica del movimiento y control del tiempo y la distancia; saber cuándo es el momento y cuándo no. Quienes logren templanza psicológica y sepan gestionar el pensamiento negativo. Quienes sientan cada gesto de su cuerpo antes de que éste los haga. Quienes comprendan que la esgrima es un baile... malicioso en el que has de lograr que tu pareja, tu adversario, baile a tu ritmo.

– ¿Y ese titular?

– La esgrima como todo deporte de combate es una disciplina individual en la que sin tu rival, nada logras. Tienes que tenerle y ternerlo en cuenta. Si solo piensas en tu estrategia y no en la suya puede pasar eso, que su libro sea más interesante y él baile mejor. Seguimos hablando en el podcast.

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