Un susto en Ondarreta que «podría haber sido mucho peor»: «Muchos niños juegan en esas olas»

Con el verano cada vez más cerca en el horizonte, las playas de San Sebastián acaparan todas las miradas con el objetivo de llegar a la temporada estival en perfectas condiciones. Una puesta a punto que comienza semanas antes de dar el pistoletazo de salida a los meses de junio, julio, agosto y septiembre y que pasa por cuidar detalles y cuestiones importantes, como ha solicitado una donostiarra esta semana.

En un escrito dirigido a este periódico, este vecina de San Sebastián ha pedido al consistorio que tome las medidas oportunas «ante una situación que supone un riesgo para los ciudadanos» en el acceso a la playa de Ondarreta por la rampa del tenis.

Así, a través del apartado de Fotodenuncias de El Diario Vasco, ha narrado una situación que tuvo lugar hace unos días en esta playa, que «afortunadamente no tuvo consecuencias graves pero podría haber sido mucho peor».

«Actualmente, la barandilla instalada en la rampa del tenis que da acceso a la playa de Ondarreta presenta unos soportes que sobresalen hacia la parte externa, lo que genera un peligro evidente, especialmente cuando sube la marea que no se pueden ver porque el agua los tapa. Esta semana se produjo un incidente en el que un nadador fue arrastrado por una ola al querer salir, siendo golpeado contra dichos soportes, que además tienen unas terminaciones bastante peligrosas», aseguraba la lectora en su mensaje.

Un susto que relata no tuvo graves consecuencias pero que «podría haber sido mucho peor» para la persona implicada en el incidente. «Afortunadamente, el accidente no tuvo consecuencias graves, saliendo sólo golpeado, pero podría haber sido mucho peor si llega a engancharse o cogerle alguna extremidad».

En su texto, E.J. solicitaba además una solución para que esto no vuelva a ocurrir, y que llegue preferiblemente antes del verano.

«También habría que rematar el final de la barandilla que está cortada sin ningún tipo de remate y puede causar cortes o lesiones en caso de impacto. Se podría aprovechar para reparar el resto de la barandilla que está en un estado precario, modificar la estructura para que los soportes se orienten hacia el interior en lugar de hacia el exterior o quitarlos. Sería interesante que se repare antes de la llegada del verano, cuando muchos niños juegan en las olas de la zona y no suponga un peligro para los mismos».

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