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«El tango y yo somos de lo hondo; del bajo fondo donde el barro se subleva»BEGOÑADEL TESO
Viernes, 21 de marzo 2025, 07:46
Llega al Kiskurra en compañía de su hermano Lorenzo, que no hace tanto que se vino de Italia pero ya está enamorado de alguien de ... acá. Ella recién dio un concierto de tangos en el incombustible e irreductible Beti Boga de la avenida de Ametzagaña. No sonaron ni 'La cieguita' ni 'Silencio' ni otros temas lacrimosos. La gente coreó enardecida un tango sórdido y hermoso, 'Concha sucia' del negro Casimiro, y aulló con el 'Cambalache' de Enrique Santos Discépolo. Porque el tango de 'La Tanita', que nunca pisó la Argentina («ni falta; para ser tanguera a veces hasta sobra ese olor porteño que desprenden otros y otras»), es tango de burlesque, de arrabal. Tango pícaro. Tango social. Tango 'Desencuentro'. Llegó al Kiskurra desde una casa perdida de Pagoeta («entre lobos vivo», afirma exagerando un poco). Se pidió un blanco y unas patatas y empezamos a hablar. De la Fiorentina. Su anterior parada en la tierra fue Carabanchel.
– Yo no me haría llamar 'La Tanita' llamándome en realidad Morgana, la hechicera medio hermana del Rey Arturo.
– Me gusta mi nombre pero en Italia me llaman 'tanita' porque me consideran gitana, gitanita. Y aquí me lo dicen porque me creen argentinita. Ni lo uno ni lo otro: italianita. Italiana de Livorno, donde aún resiste lo que queda de la izquierda de mi país. En realidad, queda poco pero aún seguimos considerando a nuestros vecinos de Lucca (donde nacieron Puccini y Boccherini), unos pijos redomados. Les decimos 'americanos'. Porque se vendieron a ellos. En mi familia hay partisanos fusilados por los fascistas y mi padre, Luciano, me hacía levantar el brazo izquierdo y cerrar el puño mientras cantábamos 'O bella ciao'. Soy de la Fiorentina, enemiga a muerte de la Juventus. Es el suyo puro 'calcio'. Estamos octavos. Acabamos de ganar 3-0 a, precisamente, la Juve. Y otros tres le endosamos a Panathinaikos en la Conference. El otro día me pimplé en la tele el Rayo-Real Sociedad y el Atleti-Barça. Buenos partidos. Recios.
– De negro vistes. De negro cantas.
– Siempre. Quien se dedica al tango, al tango de verdad, no al 'tango export' que sirve para engatusar a medio mundo y está muy bien si quieres ganarte plata fácil, ha de vestir de negro porque, ¿sabes?, la muerte puede llegar en cualquier momento y has de estar impecable, tan elegante como ella misma para que si, ¡zás!, te mueres, puedan meterte directamente en el cajón.
– Bonísima razón para cuidar tu apariencia siempre y en todo lugar. Habrá todavía quien no sepa que el tango es baile y música prostibularia. Que no se bailaba en los salones de la Casa Rosada lo intuíamos, pero que se originase en la casa de lenocinio...
– El tango lleva en sus entrañas la canzonetta italiana, la copla española, aquel candombé que, según Wikipedia, fue 'el principal medio de expresión de los africanos esclavizados traídos a los puertos de Montevideo y Buenos Aires. Su forma de comunicación, danza y religión', la música de los gauchos que abandonaban la Pampa para afincarse en Buenos Aires y el sonido del bandoneón, de origen alemán. Tú sabes que Argentina fue poblada por emigrantes. Acaso no sepas que por cada tres mujeres que llegaban al país lo hacían siete hombres. Siete hombres que pronto sentirían nostalgia, melancolía, desazón. Solo había un refugio posible.
– ¿Las tabernas? ¿Los hipódromos?
– No, aunque también. Los quilombos, lupanares, burdeles. Les recibían putas bondadosas que no solo les ofrecían sexo sino charla y calor de hogar. Imagínate la escena: llega un emigrante vencido por la mala fortuna. Empieza a llorar. La puta buena y sabia le abraza. Él reclina su cabeza en su hombro. Ella le mece. Los cuerpos empiezan a moverse. Habrá un momento en que las piernas se crucen. No me digas que no es el inicio de un baile. Al que, por mucho tiempo, la RAE consideró 'de bajo rango' y cuyo nombre ni siquiera debía mencionarse en según qué ambientes.
– Pero fuera como fuese, antes de los años 20 llega a Europa. Y las mujeres de París, Londres o Berlín se asombran y maravillan.
– Aprenden a bailarlo, lo llevan a los salones. Llega a Japón (el tango 'A lo Megata' homenajea al aristócrata nieto de samurai que lo introdujo). Bendecido al otro lado del charco, el tango vuelve a Argentina y ya gana prestigio allá.
– Hasta convertirse, también cantado, en una queja filosófica.
– Eso es lo que me enseñó mi maestro, padrino y amigo Osvaldo Parra, pariente de Nemesio Trejo, bohemio lírico, radical, periodista. El tango no como algo que cantas o bailas porque se desprende de ti cierto olor porteño, sino porque es tu estado mental. El tango que funciona cuando en 'Cambalache' puedes cambiar 'el siglo XX es un despliegue de maldad insolente' por 'el XXI' y todo el publico ruge y lo corea.
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