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El tren Txu-Txu de San Sebastián vuelve a lucir de azul y blanco. Esta atracción turística perdió en su día los colores propios de ... la ciudad para sucumbir al rojo, internacionalmente más reconocible para vehículos de este tipo. Ahora, gracias al empeño del Ayuntamiento, la empresa que lo explota lo ha repintado de txuri-urdin, lo que supone una pequeña victoria en la batalla de Donostia por preservar su singularidad como destino.
Cuando se decidió pintarlo de rojo se generó cierta controversia en la capital guipuzcoana, enemiga del cambio y adicta a polemizar sobre los asuntos que le atañen, sean de la trascendencia que sean.
«El tren Txu-Txu tiene mucha visibilidad y hemos querido recuperar sus colores identitarios, dándole carácter local a un elemento que ya forma parte del paisaje urbano», explica el concejal de Cultura, Euskera y Turismo, Jon Insausti.
Aunque no lo parezca, el tren turístico circula todo el año, si bien en temporada baja solo se deja ver de viernes a domingo. En Navidad y Semana Santa intensifica su actividad y ya en verano está en ruta todos los días de 10.15 a 20.15 horas con salidas cada 30 minutos desde la calle Miramar, frente al bar Basque.
El tren Txu-Txu realizó su viaje inaugural por las calles de Donostia el 6 de julio de 1990. Autoridades locales se subieron al tren turístico en un acto que estuvo amadrinado por Gloria Urteaga, esposa del entonces lehendakari, José Antonio Ardanza, y en el que también participaron algunos alumnos de la ikastola Gaztetxo.
El tren hizo el recorrido habitual de aquella primera etapa, que partía de la calle Ijentea, junto al Ayuntamiento, hasta la avenida de Zumalakarregi, en el barrio del Antiguo. De esta forma se pasaba, como se hace ahora, dos veces el paseo de La Concha.
El tren Txu-Txu fue una idea promovida por tres jóvenes en paro, según recogían las páginas de DV de hace 35 años. Constaba de tres vagones y una máquina. Era de colores blanco, rojo y verde, aunque no se apreciaba en las fotografías en blanco y negro que se publicaron en la época. Y tenía una capacidad de 60 personas adultas o 72 con niños.
En aquella etapa inicial, el viaje costaba 300 pesetas para los adultos y 200 para los niños. Ahora, el precio es de 7 euros para los adultos y de 5 euros para los niños de 5 a 12 años. Los menores de 0-4 años viajan gratis sin ocupar asiento. Se ofrece, eso sí, una audioguía en euskera, castellano, francés, inglés, alemán, italiano, japonés y holandés, reflejo del crecimiento turístico experimentado por Donostia en este tiempo.
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