Los usuarios del parking del Boulevard denuncian la falta de mantenimiento de las instalaciones

Estos donostiarras, que desean mantener su anonimato, cuentan que «en el año 1997 pagamos 18.000 euros por la concesión a 50 años de una plaza en ese parking. A ese desembolso inicial se le suma una cuota mensual que debemos abonar durante ese tiempo que comenzó siendo de algo más de 20 euros. Y esa cuota ha ido subiendo y subiendo sin parar hasta llegar a los 73,05 que pagamos ahora. Suponemos que ese precio ha ido en aumento por la carestía de la vida, el IPC y, en teoría, los servicios que nos ofrece la empresa gestora Telpark. Y decimos suponemos porque la empresa jamás nos ha dado una explicación de esas subidas».

Estos propietarios, que reconocen sentirse «desamparados y hartos con esta situación», afirman que «hemos llamado muchas veces a Telpark y no obtenemos respuesta. Solo hemos podido hablar con los operarios del parking y ellos no tienen respuestas a estos problemas». También cuentan que «nos hemos quejado innumerables veces al Departamento de Movilidad del Ayuntamiento para que asegure que recibimos los servicios por los que pagamos. Parece ser que mandaron una carta a Telpark en julio preguntándoles por todos estos temas que no respondieron. Y al parecer les mandaron otro requerimiento que debían responder hoy mismo como última fecha, pero no tenemos ni idea. Parece ser que están esperando alguna respuesta de Telpark». Este medio de comunicación ha intentado este viernes pulsar la opinión de la empresa sobre este tema, tanto por teléfono como de forma presencial en el parking, sin éxito alguno.

Los afectados señalan que «en cuanto a la limpieza solo recogen las papeleras que hay en la planta -4. Pero luego te encuentras con los suelos sucios, con restos de los botellones que hacen las personas que entran de manera ilegal a esa planta que en teoría es privada. En algunas zonas está el suelo tan sucio que literalmente los zapatos se te pegan al suelo. Y no es aceite. Y después hay restos de los botellones, elementos utilizados por personas que entran a dormir y orines y heces de las personas que se quedan a pasar la noche en el último descansillo del ascensor… es todo muy desagradable. El abandono es absoluto», cuentan.

Cuentan también que «hubo hace 3 meses un chico un vivió en el -4 cerca de 10 días, un chaval joven que estaba detrás de una columna. Es decir, de seguridad nada de nada. Porque luego llamas la atención a la gente que hace botellón, les dices que no pueden estar ahí y te insultan. Eso nos ha pasado y nos hemos tenido que ir sin coger el coche por miedo a que vean cuales son nuestros vehículos y nos puedan hacer algo. Es decir, estamos condicionados».

Caso aparte son los ascensores, señalan. «Tenemos dos ascensores en la -4. En los últimos 9 meses habrán funcionado el 10-15% del tiempo como mucho. Y eso supone que hay que subir andando 4 pisos cada vez que entramos o salimos del parking cargados con maletas de viaje, bolsas de compra, etc. Los usuarios que tienen discapacidad o que son mayores no pueden acceder a su vehículo. Es indignante».

Por último, se quejan de que «hace unos meses se pintaron las tres primeras plantas del parking que es de uso público, dejando sin pintar la cuarta planta, no entendemos el motivo de esa decisión».