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«Cada vez hay más inseguridad. Sentimos miedo en nuestra calle»'¡Misericordia, peatonal ya!', '¡Misericordia, seguridad e iluminación urgente!' y 'SOS Misericordia kalea!' Estas tres frases de denuncia decoran desde hace semanas los portales, fachadas, ... comercios y el bar que hay en la calle Misericordia. Los vecinos, comerciantes y hosteleros de esta pequeña vía del barrio de Gros que conecta la calle Miracruz con la plaza y el polideportivo Zuhaizti «no aguantamos más». Señalan que conviven a diario con «una creciente inseguridad, problemas de movilidad y un ruido insoportable por el tren que pasa a todas horas por las vías». Creen que la peatonalización de la calle, la instalación de más puntos de luz y una mayor presencia policial podrían poner fin a la situación que viven, «sobre todo, desde hace un par de años».
«Todos los vecinos, comerciantes y hosteleros de la calle estamos muy hartos con esta situación», comienza diciendo Yolanda, del bar La Tita Lupe. En su opinión, el gran problema de esta vía de Gros está en la «falta de seguridad». La define como una calle «muy 'caliente', es muy peligrosa. Y no hablo solo de la zona del túnel. Vemos detenciones cada dos por tres. Te entran en el comercio o en el bar, te sacan navajas, te intimidan, estamos continuamente llamando a la policía», cuenta. Y continúa: «Yo abro el bar a las 6.00 de la mañana y no hay nada de iluminación en la calle. Hay tres farolas que apenas dan luz. A mi socia y a mí nos da miedo abrir el bar. Y también nos da miedo quedarnos más de las 21.00 horas trabajando. Yo si pudiera, evitaría esta calle tal y como está ahora». La situación ha llegado a tal situación que han tenido que instalar cámaras de seguridad y el botón del pánico para avisar a la policía.
Comparten esta opinión dos vecinas de la calle. Delfín insiste, «hay mucha inseguridad en esta calle». Ella no habla de oídas. Lo ha sufrido en primera persona. «Este verano pasado me persiguieron, tuve que correr y meterme en el portal. Pasé mucho miedo. Hay mucha violencia, no sé si será por el tren, por la cercanía del juzgado... pero no hay luz a la noche y siempre estás pendiente de ver qué pasa. Cuando vengo de noche me acompañan a casa. Han entrado en el bar, hace unos días a una señora le arrancaron una cadena... no sé cuál es la solución pero más luz tienen que poner», señala. María Luisa es otra vecina de la calle. «Viene la policía día sí y día también. Tenemos problemas con el apeadero, el puente y la oscuridad que hay en la zona. Salir de casa a primera hora de la mañana me da miedo».
Al igual que a Yolanda, también han amenazado más de una vez a Lourdes. Trabaja en una de las panaderías de la calle y cuenta que «hace unos días entró una persona y me quiso robar una cerveza. Luego entró otra vez y me sacó una navaja. Acabé denunciándolo a la Ertzaintza. Al día siguiente lo vi en la calle. Nos sentimos inseguros. Venimos a trabajar con respeto, es así. El día a día de la calle es así, es una calle conflictiva».
No solo denuncian falta de seguridad. Señalan que también padecen graves problemas de movilidad. «Hay mucho paso de personas, para ir a Egia, a otras calles de Gros, al colegio, al polideportivo, al juzgado. Y los vehículos muchas veces van en dirección contraria», dice María Luisa. «Las motos, bicicletas y patines hacen lo mismo», añade Yolanda. Solicitan al consistorio peatonalizar la vía.
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