«No ascender ha sido una desilusión, pero volveremos a ser competitivos»

Con semblante serio, el navarro arrancó su valoración admitiendo que «han sido dos años duros e intensos y el dolor que tenemos es grande, porque no hemos cumplido el sueño de volver a Primera. Es una pena, porque lo hemos tenido ahí, pero hay que levantarse. Tenemos el corazón roto en pedazos, pero con pegamento listo para unirlo y volver a luchar. Estamos en ese proceso».

Aunque incidió en que «hay que concederle el mérito que merece al hecho de haber estado ahí hasta el final tras el golpe sufrido en el curso pasado», el máximo responsable de la confección del plantel reconoce que «ha habido detalles fuera de nuestro control que nos han penalizado mucho», dice en referencia a las «muchas lesiones sufridas en momentos importantes», pero también a la falta de solidez defensiva y a la ausencia de acierto en ataque. «Si no lo hemos conseguido es porque se nos han escapado algunas situaciones, tanto defensivamente como en materia ofensiva. Hemos llegado mucho pero marcado poco y nos llegan poco, pero nos han marcado mucho». Y en este sentido puso como ejemplo el decisivo partido ante la UD Las Palmas, en el que «el Eibar lo puso todo para ganar, pero perdió porque la barrera se abrió en la única opción que dispuso el rival».

Asume la responsabilidad y afirma que «debemos hacer una reflexión interna para volver a ser competitivos, sin olvidar la dificultad que tiene estar ahí arriba». De ahí que agradeciera el trabajo y la dedicación mostradas por Gaizka Garitano y su cuerpo técnico. «El ascenso se nos ha escapado dos veces, pero debemos dar las gracias a su esfuerzo para luchar contra las adversidades. Después del tremendo golpe del año pasado volver a estar ahí es complicadísimo».

No habrá una tercera para el vizcaíno, puesto que los dirigentes armeros han determinado que «aún sabiendo que es un gran técnico, creemos que ha llegado la hora de separar los caminos para buscar otra forma de trabajar».

Resulta curioso que mientras que el de Derio se ha ido sin poder cumplir el año adicional que figuraba en su contrato «en caso de ascenso a Primera», el club decidiera ampliar la estancia del navarro hasta el 2026 antes incluso de quedarse sin opciones de lograr el ascenso directo ante el Sporting. Una decisión que aunque dice que «no me incumbe a mí valorar», lo enmarca dentro del deseo del club por «buscar la estabilidad y en creer en el trabajo de las personas». Además entiende que su responsabilidad va «más allá de fichar, también en tomar decisiones de club .

Por eso, afirma estar ya plenamente volcado en «intentar hacer la mejor plantilla posible con el nuevo entrenador que venga», cuya llegada se producirá en las próximas horas. «Estamos en conversaciones y esperamos cerrarlo en breve. Tiene las características que buscamos. Conoce la filosofía del club y su manera de trabajar. Es un puesto clave y seguro que el que venga lo hará con una ilusión tremenda. Es un club apetecible para que venga con toda la fuerza del mundo».

Además del gran desgaste sufrido en estos dos años, avisa de que «las capacidades económicas varían y hay que adaptarse porque los rivales son cada vez más complicados, pero vamos a ser competitivos».