Un punto en casa del Levante no está nada mal. El Eibar firmó su cuarta jornada invicto. Cierra la primera vuelta colocado arriba, en la segunda plaza. El partido de ayer fue de mutuo control, con una primera mitad armera y una segunda, granota, pero fue plano entre dos equipos bien armados.

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Garitano volvía a presentar una nueva alineación, ya lo hizo ante el Huesca, Burgos y Oviedo, y ayer volvió a confeccionar un nuevo once con cinco cambios. En las cuatro últimas jornadas ha efectuado del orden de cinco y seis varaciones, cifra realmente considerable, y le ha ido muy bien. La política de rotaciones ha sido acertada, le ha llevado a gozar del momento más dulce en este tramo final de la primera vuelta. Garitano ha dado con la tecla, basta con remitirse a los resultados.

Fue un partido de mucha igualdad. El Eibar neutralizó con mucho orden a un Levante que apenas generó ocasiones. El Eibar, con su presión y con un juego más vertical, llevó más peligro en la primera mitad, en los compases iniciales, con un Stoichkov que protagonizó un par de acciones que obligaron a Cardenas a intervenir. Pero el goleador armero fue bajando de intensidad para ser relevado en el minuto 72.

El partido fue de mucho control. Garitano quiso imprimir más profundidad porque veía que a su equipo le faltaba un poco más de llegada. A los diez minutos de la segunda mitad, se decidió por meter a Vadillo y Javi Muñoz retirando a Bautista y Corpas, buscó más claridad por dentro con Muñoz y por la banda izquierda con Vadillo. Potenció la zona ofensiva, trató de dar un golpe de más creatividad. Y diecisiete minutos después retira a Stoichkov y Yanni dando entrada a Blanco Leschuk y Quique González (que volvía después de varias jornadas y estrellar el balón al palo) Más tarde, a falta de seis minutos para el tiempo reglamentario, se fue Correa para tomar su testigo Tejero.

El equipo no cambió de guión, controló a un Levante que dispuso de varias acciones que Luca desbarató magistralmente evitando el gol granota. A partir de ahora, la competición toma otro pulso cuando se reanude a primeros de enero. El Eibar ha llegado al ecuador de la liga transmitiendo buenas sensaciones, seguro de sí mismo.

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