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Antonio Puertas protege el balón ante dos jugadores del Real Oviedo. Luis Manso
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El Eibar se cae con todo el equipo

Trastornado por otra acción arbitral cuestionable, el cuadro armero se diluyó por completo en una segunda mitad que le condenó a sufrir la primera derrota del curso

Lunes, 30 de septiembre 2024, 02:00

Definitivamente, el Eibar ha encontrado en el Oviedo a su nueva bestia negra. Porque, lejos de tomarse la revancha por la eliminación en la semifinal del playoff, los armeros se cayeron con todo el equipo, condenados a sufrir la primera derrota del curso que pone fin a su condición de invicto y a la buena dinámica de juego y sensaciones que venía trasmitiendo.

Y es que tras una primera mitad igualada en la que el árbitro anuló por un fuera de juego inexistente de Bautista una clara expulsión de David Costas que habría dejado al Oviedo con uno menos pasada la media hora de juego, la escuadra eibarresa sufrió un descalabro total del que solo se salvó Fuzato, que no pudo repeler el imparable cabezazo de Alemao, pero sí evitó con hasta cinco intervenciones lo que habría sido una sonrojante, pero merecida goleada.

Real Oviedo

Aarón Escandell; Luengo, Costas, Dani Calvo, Rahim; Seoane, Colombatto (Sibo, min 63); Ilyas Chaira (Pomares, min 89), Santi Cazorla (Del Moral, min 81), Sebas Moyano (Paulino, min 63); Alemao (Paraschiv, min 81).

1

-

0

SD Eibar

Fuzato; Corpas (Cubero, min 75), Arambarri, Arbilla, Arrillaga (Merquelanz, min 83); Peru Nolaskoain (Kento, min 75), Matheus; Alkain, Mada (Toni Villa, min 60), Puertas (Pascual, min 60); Jon Bautista.

  • Gol: 1-0, min. 47. Alemao

  • Árbitro: Sánchez López, comité murciano. Amonestó a los locales Dani Calvo y a los visitantes Arambarri. Expulsó al visitante Arambarri por doble amarilla enel minuto 83.

  • Incidencias: Estadio Carlos Tartiere (Oviedo). 19.281 espectadores.

Todo lo que pudo salir mal salió peor. Y eso que el preparador azulgrana mantuvo inalterable tanto el dibujo como la idea de juego que estaba reportando los buenos resultados acumulados en este inicio de competición, tras limitarse a realizar los dos cambios obligados por las bajas del sancionado Sergio, sustituido por el ya recuperado Nolaskoain, así como del lesionado Guruzeta, cuya plaza le fue entregada al canterano Madariaga, que ya había suplido al infortunado mediapunta donostiarra cuando se lesionó el tobillo izquierdo tras caer mal en una pugna por un balón en Almería.

No preocupó en exceso que de primeras hubiera que activar el modo cerrojo para contener el ambicioso inicio de un Oviedo guiado por el veterano Santi Cazorla, que fresco como una lechuga a sus 39 años, se encargó de generar la primera gran acción de peligro para los carbayones, al filtrar un pase que Luengo remató a la media vuelta sin lograr alcanzar su objetivo, aunque sí elevó las pulsaciones de un choque que fue creciendo en ritmo y emoción.

Porque, aunque el Eibar se tuvo que agazapar ante la extenuante presión de los atacantes locales, cada vez que pisó el acelerador para plantarse en terreno contrario hizo temblar los cimientos del Carlos Tartiere.

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Un fuera de juego inexistente

De hecho, el mítico estadio ovetense quedó en silencio cuando pasada la media hora de juego, Bautista fue derribado en la frontal del área por David Costas cuando encaraba a puerta tras recibir una diagonal de tiralíneas de Matheus. El árbitro no tardó ni medio segundo en mostrarle la roja directa al central azul, pero después de que se le instara a revisar la acción desde la sala VOR, el murciano acabó anulando la acción y la expulsión por un fuera de juego que solo los colegiados vieron, porque en las repeticiones de la acción se vio claramente que en el de Errenteria estaba habilitado por Rahim.

Expulsión anulada

Un supuesto fuera de juego de Bautista dejósin efecto una tarjeta roja que habría dejado al Oviedo con diez

Pero aunque los azulgranas ya deberían estar acostumbrados a digerir este tipo de decisiones que ya empiezan a escamar y mucho, el caso es que resultó ser un punto desequilibrante que se dejó sentir nada más comenzar la segunda mitad. Crecidos por haber esquivado una bala que les podría haber dejado heridos de muerte, los azules, que ya habían dejado una nota con sus intenciones con un cañonazo de Sebas Moyano que se marchó fuera por milímetros justo antes del descanso, dispararon a matar según comenzó la segunda mitad.

Sin apenas dar tiempo a los armeros se situaran en sus posiciones en la reanudación, Ilyas Chaira aprovechó un despiste de Matheus para birlarle una cartera que rápido y veloz entregó a Alemao para que el delantero se llevara todo lo que había dentro con un testarazo que ni Arambarri pudo evitar ni Fuzato detener.

Aunque aún quedaba tiempo de sobra para levantar el ánimo y el resultado, lo cierto es que los los cambios realizados por el preparador armero no solo no arreglaron el desaguisado, sino que lo agravaron.

Exactamente lo contrario que le ocurrió al equipo carbayón, que se convirtió en una apisonadora que pasó por encima de todos los armeros hasta encontrarse con la resistencia numantina del guardameta azulgrana. Con una antológica parada ante un disparo franco de Chaira inauguró un repertorio de paradas que mantuvieron en pie al resto del equipo.

Pero lejos de ser capaces de aprovechar alguna de las fugaces apariciones que apenas dejaron un cabezazo de Pascual que Escandell atrapó sin problemas, vivieron un desenlace que dejará consecuencias de cara al próximo partido ante el Sporting de Gijón el sábado en Ipurua (16.15 h.), puesto que un error de Cubero dejó expuesto a Arambarri, que arrastrando una tarjeta amarilla desde el primer cuarto de hora de partido tuvo que hacer una falta al omnipresente Chaira que le costó la expulsión por doble amonestación.

Fuera de los puestos cabeceros por primera vez en esta campaña, urge una reacción que borre la pésima imagen armera.

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