El Eibar mostró ante el Huesca que no está dispuesto a bajar los brazos. Sacó fuerzas, no se rindió pese a ponérsele el partido cuesta ... arriba desde el minuto 34 ante un Huesca, un hueso duro de roer pero que este domingo en seis minutos vio cómo el Eibar la superaba en los estertores del partido. Fue un triunfo del Eibar a base de insistencia, de mucha voluntad más que de juego. El Eibar sigue luchando a contracorriente, pasa del negro al blanco o de blanco al negro. Vive en la ambivalencia, sigue sin tener regularidad.

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El colectivo armero pasó de lo peor a lo mejor, temió por la derrota porque realmente la fragilidad del juego armero fue evidente, pero acabó satisfecha por la victoria. Lo mejor fue un resulto que no debe ser una cortina que disipe un juego que no ayuda a tener plena confianza. Se ganó, que es lo importante, pero este Eibar debe mejorar mucho. En la primera parte, el Eibar fue un equipo en manos de un rival mejor plantado, más seguro y con la ideas claras. La impotencia embarga al cuadro de Garitano. En la segunda parte fue de menos a más, y muy especialmente en los últimos minutos frente a un Huesca conservador que cedió terreno a un Eibar ambicioso. Dos goles a balón parado: penalti transformado por Corpas previa visión del VAR y en propia meta de Rubén Pulido tras córner lanzado por Vadillo.

Los cambios efectuados por Garitano surtieron efecto, con la salida de Arbilla (por Chema), Corpas (por Rahmani), Imanol (por Ríos Reina), Vadillo (Sergio Álvarez), Nolaskoain (por Javi Muñoz), el equipo se recompuso sin variar su estructura. El empuje del cuadro armero tuvo su recompensa ante un Huesca que acabó desquiciado. Garitano en la tarde de este domingo saltó con un once con cinco cambios con respecto a Cartagena, sin Blanco Leschuk, Correa, Imanol, Corpas y Nolaskoain, dando entrada a Bautista, Chema Rodríguez, Ríos Reina, Stoichkov y Javi Muñoz. Este puede ser un signo renovador, es obvio que Garitano no ha dado con la tecla de ese equipo que inyecte esa regularidad que reivindica. Esta victoria puede servir de catarsis para empezar de cero. Nadie gana en Ipurua y con estos tres puntos, el Eibar da un paso importante para colocarse quinto y estar en la pomada, siguiendo de cerca a puestos de cabeza.

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