En Miranda el Eibar dejó su tarjeta de presentación ganando a lo grande y con un dato: 6 goles a su favor en los dos últimos partidos y un gol en contra. Firmó su cuarta jornada consecutiva invicto, ganando con autoridad, sin dudas y marcando ... el ritmo. El 1-3 pone en valor la revitalización del cuadro armero. Los goles de Bautista y Vencedor son, al margen del triunfo, motivo de una satisfacción y premio al trabajo.
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Etxeberria presentó un once inicial con tres cambios, sin duda teniendo en cuenta que están inmersos en medio de un calendario exigente que, para afrontarlo, hay que apostar por las variantes. Ríos Reina en el lateral izquierdo, Vencedor en el centro del campo y Bautista en punta de ataque fueron los relevos respecto a la pasada jornada de Cristian, Matheus y Quique González. El técnico armero cree en su plantilla, en el trabajo que vienen haciendo y confesaba horas previas al partido confiar en la capacidad competitiva de sus hombres. La sinergia que generan las victorias tienen beneficios y estímulos generosos. A medida que van pasando las jornadas la evolución colectiva va teniendo su reflejo, en Anduva hubo cambios que dieron sus frutos.
Pero si en algo hay que mantenerse firme es en la concentración, en la tensión, es decir, nada de errores y relajaciones. El fútbol es exigente, especialmente en partidos donde los dos equipos se caracterizan por tener algo en común: juego dinámico y versátil. Los astros se aliaron para que al descanso se fuera con empate, pero con la clara sensación de un Eibar sensiblemente superior. No fue así en la segunda mitad con una salida letal de los ameros dejando muestras de tener las ideas claras y de resolver el partido a su favor. Los dos goles de Bautista son para destacarlos por su tenacidad y movilidad que trajo en jaque a los tres centrales jabatos. Y para resaltar el segundo gol consecutivo de Vencedor, que fue otro jugador con papel activo. Dos jugadores hasta ahora con poco protagonismo que este jueves se reivindicaron.
El Eibar dejó firmado que está en un gran momento, con y sin balón, que tiene mecanizados los movimientos cada vez con más precisión. Los eibarreses jugaron de tiralíneas, con rápidas llegadas al área, siempre con sensación de peligro. Ante todo el Eibar transmitió seguridad, un crecimiento desde el mismo juego. Los cuatro triunfos ante Ferrol, Cartagena, Tenerife y Mirandés hacen que el Eibar se encamine hacia la zona noble de la tabla, son un golpe sobre la mesa que le convierten en temible. Tras regresar con la victoria de Miranda con sensaciones de seguridad, ahora toca fijar la mirada en Lezama, donde este domingo le espera el Amorebieta.
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