Ipurua quiere convertirse en el mejor aliado

De poco o nada les sirve a ambos equipos echar la vista atrás y pensar en que los gasteiztarras resolvieron con una victoria en su casa y un empate en feudo armero las dos citas de la Liga. La dimensión de lo que hay en juego en esta ocasión es tan relevante que sólo cuenta lo que pase en los dos choques a vida o muerte que se dirimirán en cinco días, los que separan la ida de la vuelta, que será en Mendizorroza el jueves 8 a las 21.00 horas.

Y si bien es cierto que los albiazules parten con la ventaja de que un hipotético empate les serviría para avanzar hacia la final debido a que han concluido por delante en la clasificación, los de Garitano llevan ya doce días totalmente volcados en preparar su nuevo asalto con el impulso moral que supuso la victoria obtenida en El Alcoraz, mientras que los de García Plaza han dispuesto de menos tiempo para digerir la gran ocasión que dejaron escapar en Gran Canaria.

Dado que a los dos equipos se les presupone una renovada ilusión por aprovechar esta última y definitiva oportunidad para ascender a los cielos, ambos entrenadores son conscientes de que serán los pequeños detalles los que marquen la eliminatoria.

Y en este sentido, la baja por sanción de Venancio en los dos compromisos se antoja un hándicap importante para el preparador armero, que tendrá que recomponer su línea defensiva, retrasando la posición de Sergio, todo un comodín esta temporada para el de Derio, o bien apostando de nuevo por Chema Rodríguez, que ya actuó como titular en Huesca en sustitución de un Arbilla que está obligado a escorarse al lateral izquierdo ante la falta de efectivos en esa posición.

La clave, en cualquier caso, residirá en acertar en el marco contrario y, para ello, el técnico azulgrana dispondrá de toda la artillería a disposición, con Blanco-Leschuk de vuelta tras cumplir su sanción y con algo más de tiempo ganado para que Aketxe pueda rendir a su mejor nivel.

La esperanza y la tensión serán protagonistas a partes iguales y, conscientes de ello, los dos entrenadores han barrido para casa. Apelando al fervor de la afición armera en Ipurua, Gaizka Garitano ha enarbolado la bandera de «la ilusión máxima por aprovechar una oportunidad que se da muy pocas veces en la vida», mientras que Luis García Plaza, que lógicamente confía en la capacidad de su equipo para superar este primer asalto, tiene claro que pase lo que pase en terreno armero, «la eliminatoria se decidirá en Mendizorroza ante nuestra gente».