De dominador a dominado

Etxeberria no alteró ni un ápice su idea de equipo y de juego. Volvió a repetir el once con el que viene escribiendo una de las mejores páginas del Eibar en las últimas jornadas y, en el mismo sentido, el dibujo (1-4-2-3-1). Sin duda, y no nos cansamos de decirlo, esta es una de las claves del éxito del equipo armero que transmite confianza e ilusión.

En el primer acercamiento a la portería del Albacete, a los diez minutos, llegó el gol de Mario aprovechando el pase filtrado de Aketxe que vino acompañado del juego combinado de lado a lado. El Eibar controló el primer tiempo. El gol tempranero de Mario condicionó el inicial objetivo de los manchegos de frenar la letal ofensiva de los armeros, pero no por ello renunciaron a luchar por remontar el marcador. A nada del descanso, el Eibar desaprovechó un penalti hecho por Olaetxea sobre Bautista que, otra jornada más, destacó por su trabajo generando ocasiones desbaratadas por Bernabé. Se encargó de lanzarlo Stoichkov a lo Panenka, estuvo muy desacertado en su ejecución que le intuyó Bernabé. El fallido penalti pasó factura a los armeros que, de poder ir ganando con dos goles de ventaja, pasaron a tener al Albacete metido en el partido.

El Eibar pasó de dominador a dominado en la segunda parte, el Albacete salió decidido a por el partido, adelantó líneas y se adueñó del centro del campo para igualar Medina, pero antes Quilés tuvo otra ocasión que obligó a Luca a realizar una gran intervención que no fue la única porque su papel fue clave. Los nervios se adueñaron de Ipurua y del Eibar. Etxeberria, viendo que no se pisaba el área albaceteña, hizo cambios en la segunda mitad y retiró a Mario, Ríos Rein, Matheus y Stoichkov para meter a Corpas, Cristian, Vencedor y Rahmani que, esta vez, no fueron el revulsivo.