El Eibar no estuvo al nivel exigido

El Eibar no estuvo a la altura de la exigencia que requería el partido frente al Sporting. Un primer tiempo que lo echó a la basura, con un equipo asturiano mejor posicionado, dominando el centro del campo y buscando la espalda a la defensa armera. Otra vez un error defensivo en cadena provocó un penalti que no perdonó Djuka. El Eibar no tuvo ideas, siempre el mismo guión bien conocido por los rivales.

Por destacar una virtud del cuadro armero, su capacidad de superación en el último tramo de la segunda mitad le sirvió para empatar. Diría que la garra que llegó a poner en serios aprietos al Sporting. La salida de Aketxe fue clave porque se erigió en el conductor para llevar al equipo al empate. Stoichkov de penalti y Blanco Leschuk de soberbio remate de cabeza a saque de esquina de Aketxe lograron igualar. Y estuvo a punto de tirar de épica y marcar el gol de la victoria en los últimos minutos. Pasó de estar hundido con el 0-2 a verse cerca de la victoria. Todo por empuje y voluntad que por juego.

Garitano y sus hombres deberán pensar en la promoción. Han de mentalizarse. Queda un ingente trabajo psicológico para recuperarse del mazazo recibido ayer que les deja sin opciones para el ascenso directo, objetivo que han estado persiguiendo y no lo han merecido. Se abre un nuevo horizonte a un Eibar que ha de hacer creer a su afición que, en todo momento, ha estado con el equipo.