No pudo imponerse, estuvo maniatado

El Huesca, con Antonio Hidalgo como nuevo entrenador, maniató el desarrollo del juego del Eibar. Los automatismos del cuadro armero estuvieron realmente anulados. El centro del campo fue del Huesca, con una superioridad numérica que le costó muchísimo salvar al Eibar. Faltó en la mayor parte del partido precisión, velocidad y asociación en los hombres de Etxeberria, que no tuvieron profundidad. Valga el dato de que el primer tiro a puerta del Eibar fue en el 69', Aketxe fue el autor al que respondió Andrés Fernández con una extraordinaria parada. No hubo más que reseñar que el gol del empate, para desgracia de Pulido y alegría de un público que veía que el partido no tenía claros visos de ser levantado. Los cambios de Aketxe y Bautista dieron un poco de chispa al juego ofensivo armero, que en la tarde-noche de ayer abusó en exceso del pase horizontal. No se prodigó el Eibar en bandas, ni apareció en el área del rival.

El lado bueno es que el empate supone sumar y meterse en la zona realmente noble de la tabla, en puesto de promoción, y seguir seis jornadas consecutivas invicto. Hay que buscar el pragmatismo, admitir que no se tuvo una tarde brillante, aunque el Huesca también tuvo su parte de culpa, hizo su partido fuera de casa, y le sirvió para llevarse un punto en un estadio realmente complicado como es el de Ipurua, que vivió el primer empate de la temporada. La valoración objetiva es que el Eibar está donde quiere estar, que su reacción ha sido fulgurante y que, ahora, debe pensar en el siguiente duelo en casa del Zaragoza.