Una victoria para levantar el vuelo

Segundo triunfo de la temporada tras tres derrotas consecutivas. No es que fuera una victoria con nota brillante, pero, a fin de cuentas, fue superior a un rival que, a priori, se presentaba con la calificación de temible. El Eibar tiene que corregir su vulnerabilidad defensiva. Quizás pueda resultar paradójico que haga este apunte cuando, por fin, se ha mantenido la puerta a cero. Pienso que el bloque es vulnerable. El Racing de Ferrol tuvo la primera ocasión antes de los veinte minutos de partido que Luca lo resolvió bien, pero conté otras dos más claras que el Ferrol no concretó.

La debilidad del Eibar quedo escenificada ayer en los interiores -ayer Aketxe y Stoichkov, luego reemplazados por Corpas y Rhamani- y los pivotes -Matheus y Vencedor, éste sustituido por Yriarte-. No sujetaron lo suficiente y dieron pie a situaciones de serio peligro, especialmente en el flanco izquierdo en el que Cristian sufrió bastante.

He de descatar a nivel individual a Sergio Álvarez y Arbilla (autor del segundo gol). En el corazón de la zaga, fueron los encargados de suplir las bajas de Venancio, que arrastra lesión para semanas, y de Berrocal, sancionado. Por supuesto también merece mención especial Stoichkov, que marcó su primer gol y que se retiró lesionado. El equipo le necesita a su mejor nivel.

El Eibar en el apartado ofensivo tuvo más claridad con Mario como jugador referente por dentro, destacando por su individualidad. No paso por el alto el trabajo de Quique en punta que fue una pesadilla para la defensa ferrolana.

Es una victoria que sirve para salvar un momento especial y para rearmarse de cara al choque de este viernes en casa de un Cartagena colista y obligado a ganar.