Llorente y Fran Sol evitan al Eibar males mayores

Una recompensa que no se esperaba en absoluto después de que la escuadra eibarresa se viera sobrepasada por una Deportiva que aprovechó la vuelta a las andadas en materia defensiva de los de Garitano para marcharse al descanso con dos goles que merecen una reflexión.

Y no es solo porque el primero de ellos se lo apuntara Enrich, que después de aportar apenas cuatro goles en sus dos últimas temporadas como armero, apenas necesitara cuatro minutos para marcarles a sus compañeros con la involuntaria colaboración de un Yoel que regresó por sorpresa al llamativo once, sin Aketxe y Blanco-Leschuk, que puso en liza el de Derio para tratar de lograr la primera victoria eibarresa en El Toralín.

Lo más preocupante no fue que el menorquín anotara un gol que celebró con una vistosa felicidad. Lo inquietante fue que la zaga azulgrana volvió a pecar de los mismos errores que costaron la dolorosa goleada cosechada hace tan solo dos semanas en Cartagena.

Un hecho que quedó más que patente en la acción del segundo gol de la Ponferradina, un jarro de agua helada que llegó al filo del descanso cuando ni Atienzani Toño fueron capaces de presionar a Paris Adot para impedir que el blanquiazul sirviera un centro que Yuri da Souza cabeceó al fondo de la portería armera, sin que Arbilla tampoco hiciera nada para impedirlo.

Ante el terrible desenlace que provocó su conservador planteamiento, el técnico del Eibar reculó y tras los 15 minutos destinados a recuperar la respiración, hizo un triple cambio que en un principio no mejoró el panorama, acabó siendo determinante para activar la rebelde reacción.

Y es que, aunque la escuadra eibarresa estuvo a punto de recibir el tercero aún jugando con tres centrales, el certero cabezazo cruzado de Llorente tras un córner servido por un Aketxe que sumó su cuarta asistencia, fue lo que despertó a la bestia antes de una injusta expulsión que mancha su inmaculada trayectoria.

Enrabietados, los eibarreses insistieron y, tras varios intentos infructuosos, uno en especial de Expósito, Fran Sol desató la locura al rematar a la media vuelta un pase de Tejero. Eso sí, de poco habría servido sin la 'palomita' final de Yoel para repeler un disparo envenenado de Paris Adot.