Un resultado positivo

El Eibar estuvo firme en todos los conceptos, posicionado, sin fisuras. Anuló la creatividad de los canarios que se vieron impotentes para superar las líneas armeras. Una de las claves fue la rapidez con la que empató el Eibar, que apenas dio tiempo a disfrutar al Las Palmas de su gol. Hizo daño el gol de Corpas, mucho. La presión es un arma letal, y lo digo porque en Málaga provocó que el defensa cometiera un error.

Este domingo sucedió otro tanto. El Eibar mostró su esencia en una fase en la que Garitano viene rotando al equipo y jugando con cinco atrás como lo ha hecho en las dos últimas salidas. Otra de las señas es que las rotaciones están dandos sus frutos. Hubo cuatro cambios en el once inicial con respecto al partido ante el Lugo. Fuera Berrocal (sancionado), Matheus, Aketxe y Blanco Leschuk, dando entrada Correa, Nolaskoain, Javi Muñoz y Quique. Funcionó el mecanismo sin contratiempos. Un empate con un ejercicio de pragmatismo. Sigue arriba y, ante todo, dando buena sensación en un fase especial. El Eibar muestras sus armas y ahora esperará al Alavés dentro de quince días en Ipurua, pero antes, la Copa en Las Rozas.