Un triunfo que le refuerza

El Eibar se presentaba en Málaga con bajas sensibles, lo que obligó a Garitano a introducir cambio en todas sus líneas y no le salió mal. Berrocal fue una de las variantes jugando de central junto a Venacio; Nolaskoain de pivote junto a un Sergio Álvarez que se incrustaba entre los centrales a la hora de defender; Trocho en la banda derecha de salida, primer titularidad del jugador del filial y Quique, autor del gol como delantero. Un once renovado, pero efectivo. El Eibar exhibió rapidez en las transiciones, sus líneas no flaquearon ante un Málaga que salió con chispa y arriesgando pero que a medida que fueron pasando los minutos se impuso la superioridad de un Eibar que se adelantó merced a su presión alta que provocó el error de Escassi que dio lugar finalmente al gol de Quique, a ese gol en el minuto 21 que supo mantenerlo.

El calendario requiere una respuesta y las lesiones, también. Garitano recurrió las rotaciones, dosificadas, había que hacerlas y no fallaron. Personalmente, me llamó la atención el trabajo de Correa, lateral derecho pero jugó de central y lo hizo destacando. La libreta de Garitano funcionó, como en la segunda mitad dejando en el vestuario a un Stoichkov, que salió en banda izquierda, y sacando a Blanco Leschuk en punta para ubicar a Quique en la banda izquierda. Es un momento de administrar bien los minutos de los jugadores en las ocho jornadas que restan para el final de la primera vuelta. Las lesiones y el desgaste de la competición son dos circunstancias que obligan a tomar decisiones y a tener el menor margen de error. La victoria en Málaga sirve para reforzarse en todo.