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cristina martínez
Sábado, 19 de julio 2014, 01:32
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad CEU San Pablo en la Comunidad Autónoma de Madrid ha descubierto un fraude en el etiquetado del bonito del norte congelado. Los expertos señalan que el 32,5% de las muestras analizadas estaban incorrectamente etiquetadas, y no correspondían a la especie declarada.
El trabajo de los investigadores, liderados por la profesora del departamento de Ciencias Farmaceúticas y de la Salud, Esther Carrera, se realizó para determinar el posible fraude por sustitución de bonito del norte o atún blanco con especies de menor valor comercial como el rabil, la bacoreta, la melva, el listado, el patudo o el bonito.
Para ello, se analizaron cuarenta muestras fileteadas, veinte frescas y veinte congeladas, todas ellas marcadas y vendidas como bonito del norte. En todos los casos, las piezas incorrectamente etiquetadas pertenecían a muestras congeladas.
La investigación
Para desarrollar esta investigación, Carrera y su equipo, en el que también participaron varios profesores de otras universidades, partieron de una técnica inmunoencimática conocida como Elisa, que es considerada como uno de los métodos alternativos a los ensayos de ADN más efectivos para autentificar especies.
Según explicó la Universidad CEU San Pablo, el equipo procedió a la identificación del bonito del norte y su diferenciación de otras especies de escómbridos de menor valor a través de la obtención de anticuerpos policlonales. Los resultados determinaron que en el 32,5% de los casos analizados, los anticuerpos obtenidos en el estudio frente a la especie bonito del norte no mostraron reactividad y por lo tanto, no se correspondían con lo expuesto en el etiquetado.
Respecto al resto de piezas analizadas, el estudio apunta que estas deberían ser sometidas a un análisis de ADN para diferenciar entre el bonito del norte y el rabil, ya que los anticuerpos policlonales obtenidos no diferenciaron estas dos especies.
Carrera subrayó la significación de los resultados de la investigación, que demuestran el fraude alimentario al que se ve sometido el consumidor. Además,resaltó «la importancia de la existencia de técnicas de identificación de especies como herramienta para proteger al consumidor, del fraude económico así como de potenciales riesgos para su salud».
La diferencia entre el bonito del norte auténtico y las especies 'fraudulentas' es significativa. Éste, junto con el atún rojo, es considerado el rey de los túnidos ya que la calidad de su carne, su sabor y textura unida al método tradicional de pesca de los arrantzales hacen de ella una especie sustentable.
Además, se someten a diario a controles por parte de la autoridad sanitaria del Gobierno Vasco y otras entidades independientes de certificación externas, con lo que se garantiza que el producto sea de máxima calidad.
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