La alternativa más saludable a las tablas de plástico en la cocina que da un experto: «Impactan en la salud intestinal»

El experto en microbiota Miodrag Borges advierte sobre la creciente preocupación por la presencia de micro y nanoplásticos en la alimentación humana, centrándose en utensilios de cocina de uso diario. Según explica en una de sus más recientes publicaciones en las redes sociales, en las que cuenta con miles de seguidores, recientes investigaciones señalan que las tablas de cortar de plástico son una fuente significativa de estos diminutos fragmentos en nuestros alimentos. El nutricionista afirma que un estudio de la American Chemical Society indica que «la introducción en el organismo puede impactar en la inflamación intestinal y provocar perturbaciones del microbioma, llegando en los casos más graves a ser factor de riesgo de la enfermedad inflamatoria intestinal».

Ante estos datos, Miodrag Borges plantea la necesidad de reconsiderar el uso de las tablas de plástico en la cocina. El experto subraya que las investigaciones demuestran que «las tablas de cortar de plástico son una fuente importante de microplásticos en la alimentación humana», lo que le lleva a concluir que «lo mejor va a ser evitar su uso».

En la búsqueda de alternativas seguras, el experto en microbiota y nutrición destaca una opción popular y accesible. Miodrag Borges señala que «las tablas de metal, las más conocidas, las más habituales son las de acero inoxidable» como la mejor alternativa posible. Respecto a los utensilios de madera, Borges menciona que el análisis sobre su posible peligro se abordará en futuras ocasiones.

Miodrag Borges enfatiza la importancia de ser conscientes de las posibles fuentes de microplásticos en nuestra dieta y de considerar cambios en nuestros hábitos para minimizar la exposición. Su recomendación es clara: ante la evidencia de que las tablas de plástico contribuyen a este problema, optar por materiales como el metal se presenta como una medida preventiva relevante.

Incluso va más allá al asegurar en su publicación que los plásticos al contactar con alimentos son «disruptores endocrinos», que no deberían entrar en contacto con el cuerpo.

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