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Una escena de la serie británica, con el menor detenido acompañado de su padre.
El aumento de delitos a través de las redes sociales reabre el debate sobre el límite de la edad penal del menor

El aumento de delitos a través de las redes sociales reabre el debate sobre el límite de la edad penal del menor

La exitosa serie 'Adolescencia' pone el foco de nuevo en los peligros de la redes sociales. La Fiscalía de Menores de Gipuzkoa advierte del incremento de delitos «que tienen su inicio de actividad en las redes sociales»

Patricia Rodríguez e Izania Ollo

San Sebastián

Domingo, 6 de abril 2025, 00:00

La serie británica 'Adolescencia' se ha convertido en un auténtico fenómeno televisivo que ha trascendido el ámbito del entretenimiento hasta colocarse en el centro del debate político, social y legislativo. ¿Qué impacto tienen las redes sociales y la toxicidad de las pantallas en los menores? ¿Cómo un joven de 13 años, aparentemente normal y corriente, puede llevar a cabo una acción tan mostruosa como asesinar a una compañera?

Los hechos que se relatan reabren una discusión recurrente cuando detrás de un suceso tan salvaje hay un menor. Ya hay diferentes voces que plantean si se debería castigar con una mayor contundencia a los menores ante estos hechos. Actualmente, la Ley Orgánica 5/2000, conocida como ley del Menor, establece la edad penal en los 14 años, lo que significa que los menores de esta edad no pueden ser detenidos. Son inimputables. Esto es, no responden de ningún modo frente a la ley, cualquiera que sea el delito que hayan cometido. «En nuestro país, el joven de la serie estaría en libertad desde el minuto 1», resalta la titular de la Fiscalía de Menores de Gipuzkoa, Mercedes Bautista, que considera «necesario que haya un debate en profundidad a nivel parlamentario sobre el aspecto relativo al limite de la edad penal, dado que cuando se aprobó la LORPM ( Ley Orgánica de Responsabilidad Penal de los Menores) en el año 2000 no existían móviles con acceso a internet». También plantea un «pacto de Estado en el que intervengan todos los partidos, que aborde y busque soluciones eficaces y definitivas a una materia tan compleja» como es el acceso de los menores a internet. «Hay cuestiones relacionadas con la adolescencia que deben ser objeto de debate social y legislativo. Ni los padres ni el colegio pueden ni deben ser la sombra permanente que vigila la actividad de sus hijos», afirma Bautista.

«Es necesario un debate a nivel parlamentario sobre el límite de edad penal»

Mercedes Bautista

Fiscal de Menores

De momento, Reino Unido ha anunciado que difundirá la serie en los institutos de todo el país y ha creado un manifiesto por una adolescencia libre de móviles, que ya cuenta con 100.000 firmas. Como miembro del Comité de expertos de Infancia y Pantallas del Ministerio, Telmo Lazkano es contrario a rebajar la edad penal de los chavales, ya que no considera coherente responsabilizar al menor cuando esta herramienta «tan potente» como son los móviles e internet no deberían estar en sus manos. «La sociedad tiene que reflexionar sobre el hecho de que los menores aún no están capacitados para hacer un uso responsable», plantea.

El ejemplo de los padres

En esta línea, desde la Fiscalía Superior del País Vasco exponen que rebajar la edad penal del menor implicaría «un fracaso de la sociedad». No obstante, «cuestión distinta es llamar la atención como sociedad sobre cómo estamos educando a nuestros jóvenes y cómo podemos mejorarlo», afirma Antonio Cortés, fiscal de la Fiscalía Provincial de Bizkaia, que considera que la generación de los padres está «desorientada y desconcertada, puesto que en muchos casos no tienen consciencia del uso abusivo que realizan ellos mismos». Esta «falta de control de los padres, de concienciación de los menores sobre la importancia de proteger su intimidad, la falsa conciencia de anonimato e impunidad en los menores cuando actúan en redes sociales...» está provocando un aumento de «delitos de acoso, contra la intimidad o la libertad sexual», si bien «no debemos generalizar ni generar alarma respecto a la situación de los adolescentes, que en su mayoría son chicos y chicas cumplidores y estructurados».

Sentimiento de los

adolescentes en la red

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Inseguridad o inquietud

Sentimiento de tranquilidad y relajación de los adolescentes en la red

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Con la llegada de las redes sociales se ha abierto un mundo que «preocupa» a familias, educadores y juristas. Desde la Fiscalía de Menores de Gipuzkoa, Mercedes Bautista advierte del incremento de los casos de «violencia de género, acoso escolar, delitos contra la libertad sexual, posesión y transmisión de pornografía infantil, manipulación de fotografías a través de la Inteligencia Artificial, extorsión con fines económicos, estafas en plataformas digitales, falsedad en la creación de cuentas en estas plataformas, o suplantaciones de identidades con fines maliciosos», delitos que ocupan cada vez más espacio en la Fiscalía de Menores de Gipuzkoa.

Son un «elenco no cerrado de conductas que también realizan los menores de edad», según evidencian las denuncias, «y que tienen su inicio de actividad en las redes sociales». Es más, existe una «conexión directa» entre el acceso de los menores a las redes y plataformas digitales y el cambio de tipología delictiva que ahora se denuncia, según detalla Bautista, que por otro lado ofrece un dato que sorprende: el 80% de las denuncias que llegan a la Fiscalía de Menores de Gipuzkoa se refieren a jóvenes que pertenecen a familias normalizadas y perfectamente estructuradas, de ahí que la mayoría no vuelva a reincidir.

Aumentan los delitos

Cabe recordar que a partir de los 14 años ya se les puede exigir una responsabilidad penal, pero por debajo de esa edad se archiva el caso, tras incoar unas diligencias preliminares. El problema es que estos delitos «no paran de aumentar» y «nos inquietan». «Ya no sabes qué se va a denunciar en la siguiente guardia. He oído a dos compañeros repetir la misma frase: la sociedad está enferma. Es inconcebible que pueda resultar gracioso trasmitir fotos o vídeos de pornografía infantil de un contenido violento y cruel. Este tipo de comportamientos deben erradicarse. Los menores no deberían tener acceso a contenidos tan monstruosos, y menos a edades en las que tanto su cerebro como sus principios morales están madurando».

Duermen con el móvil en la habitación

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¿Y qué sucede en ese mundo virtual? La serie sobrevuela también la influencia que ejercen ciertos discursos sobre los jóvenes a través de internet, como el oscuro mundo de la 'manosfera' –un conjunto de webs y foros de internet donde se retroalimenta el odio hacia las mujeres– o los 'incels' (célibes involuntarios), que culpan a las mujeres de su fracaso sexual. Con la llegada de internet, la misoginia ha encontrado un espacio perfecto para expandirse con perversos mensajes contra las mujeres. Circulan por la red y pueden llegar a los jóvenes. «No somos conscientes de que internet es un agujero negro en el que flotan infinidad de intereses e informaciones y que la única forma de proteger frente a situaciones totalmente incontrolables es no abrir la puerta. La serie es descarnadamente realista», afirma la fiscal de menores.

El experto en redes sociales Telmo Lazkano no es partidario de rebajar la edad penal de los menores aunque habla alto y claro a la hora reclamar la necesidad de «actuar con contundencia» contra las plataformas si no asumen «su responsabilidad» y si la legislación no es «coherente» con la realidad que vivimos. «Entonces seguiremos viendo cómo la violencia y la delincuencia juvenil se alimentan en el entorno digital y se trasladan al mundo real, aunque obviamente haya más factores detrás de igual o mayor relevancia para entender este fenómeno».

«No podemos normalizar que la violencia sea parte inevitable de la adolescencia digital»

Telmo Lazkano

Experto en salud digital

Pone el ejemplo de Australia, donde se ha prohibido que los menores de 16 años accedan a las redes sociales. Lo dice una nueva ley aprobada el pasado noviembre en el parlamento del país oceánico que obliga a los gigantes tecnológicos como Meta o TikTok a impedir que los menores se conecten a sus redes «y la responsabilidad de que eso se cumpla reside en las propias compañías, no en el menor o sus familias. Sabemos que esta industria no se va a autorregular sola, por lo que estamos a falta de una legislación coherente a la situación que vivimos. No podemos normalizar que la violencia, el acoso o la radicalización 'online' sean parte inevitable de la adolescencia digital, y para ello hay que meter en la ecuación de la solución a las grandes tecnológicas», reclama Lazkano, miembro del comité de expertos del Gobierno central para la creación de entornos digitales seguros.

Brecha generacional

Aunque considera que «no se puede dejar toda la responsabilidad en las familias, debemos saber que si no entendemos su lenguaje, no veremos las señales de alerta a tiempo. Si un adolescente empieza a usar ciertos términos o mostrar ciertos intereses, un adulto informado puede intervenir antes de que sea demasiado tarde. Pero para eso necesitamos formarnos y estar presentes en su mundo, no solo en el nuestro». En este sentido, reprocha cómo «muchos adultos han renunciado a entender el mundo digital de sus hijos, y ese es un error que nos está costando caro. No podemos darle una supercomputadora de bolsillo y abandonarlos a su suerte». Porque las redes sociales «no son meros canales de comunicación; son entornos que moldean identidades, valores y comportamientos».

¿Te han enviado mensajes de carácter erótico sexual?

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afirman haber enviado

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erótico sexual

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Sin entrar en «pánico moral», expone la facilidad de acceso a comunidades que difunden discursos de odio y «lo que antes era una ideología extrema y oculta, hoy se difunde en TikTok, en YouTube, en foros que los chavales pueden visitar a diario y mediante influencers que tienen miles o millones de seguidores». Todo ello «llega sin filtro a una mente en construcción de valores, identidad y autoestima, sumamente moldeable a la percepción social», advierte este experto que vuelve a meter el dedo en la llaga y señala directamente a las plataformas: «No pueden seguir ignorando su responsabilidad en la propagación de estos discursos. Si pueden detectar un vídeo con derechos de autor en segundos, también pueden identificar y frenar contenido misógino y violento».

Lazkano también hace alusión a la «falsa sensación de seguridad» que tienen muchos progenitores al creer que «nuestros hijos están a salvo porque están en casa, pero la realidad es que pueden estar expuestos a los peores rincones de internet desde la comodidad de su habitación», expone. Y añade como dato: más del 40% de los adolescentes sortean los controles parentales.

El exprofesor de Psicología de la Sexualidad de la UPV y presidente de la Sociedad Vasca de Victimología, Javier Gómez-Zapiain, cree por su parte que la forma de afrontar los abusos, las agresiones sexuales, los contenidos pornográficos, etcétera, «no pueden ser el silencio, el miedo o la ignorancia» e incide en la importancia de conocer las necesidades afectivas y sexuales de los adolescentes. Asimismo, tacha de «lamentable» que se aborde la educación sexual como «apagafuegos» cada vez que ocurren sucesos relacionados con la violencia sexual.

De los corazones de colores a la píldora roja: el código de los 'emojis'

Píldora roja, corazones de colores, una judía... La serie 'Adolescencia' también ha sorprendido por el inquietante uso de 'emojis' como lenguaje entre los adolescentes que retrata y que pocos adultos pueden descodificar, según evidencia la ficción británica. Los símbolos esconden mensajes relacionados con las drogas, el ciberacoso, culturas como los 'incels' o de contenido sexual y que desconciertan a los adultos. Aunque se trata de un código más común entre los jóvenes británicos, la serie pone sobre la mesa este tipo de símbolos encriptados que sí utilizan la mayoría de los adolescentes en todos los países, en ocasiones para acosar o insultar.

Demanda pionera de siete familias francesas contra TikTok

Siete familias francesas han presentado una demanda civil conjunta contra TikTok por el daño mental causado a sus hijos adolescentes. En dos de los casos, sus hijos terminaron suicidándose. Se trata de una demanda pionera en Europa. Agrupadas en el colectivo Algos Víctima, acusan a la plataforma de no moderar adecuadamente el contenido dañino y de exponer a los niños a material potencialmente mortal, como el suicidio y las autolesiones. Según afirmó la abogada del caso, los padres quieren que se reconozca ante los tribunales la responsabilidad legal de TikTok, ya que «se trata de una empresa que ofrece un producto a consumidores que son menores».

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