Una bióloga alerta: «Nuestras casas pueden estar de dos a cinco veces más contaminadas que el aire de la calle»

Una bióloga alerta: «Nuestras casas pueden estar hasta cinco veces más contaminadas que el aire de la calle»

Esta contaminación interior, según la experta, puede generar síntomas como «cansancio, falta de vitalidad, dificultad para concentrarse, picazón en las mucosas, ojos y garganta»

L. G.

Martes, 4 de febrero 2025, 12:21

La experta en biohabitabilidad, Elisabet Silvestre, destaca que «nuestras casas pueden estar de 2 a 5 veces más contaminadas que el aire de la calle,» y algunos estudios indican que esta cifra podría alcanzar hasta un 8 o 10%. Esta contaminación interior, según la experta, puede generar síntomas como «cansancio, falta de vitalidad, dificultad para concentrarse, picazón en las mucosas, ojos y garganta».

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Según Silvestre, lo que más afecta nuestra salud es el ambiente interior, es decir, «toda la envolvente». Esto incluye: Materiales de construcción y mobiliario: «con qué pintura está pintada, si los materiales, los muebles son de materiales más naturales o son de materiales sintéticos, de qué materiales es la alfombra, la cortina». Productos de limpieza: «cómo limpias la casa, cómo te limpias el cuerpo, si tienes ambientadores».

Silvestre explica que la biohabitabilidad es una disciplina que ofrece claves para crear espacios más saludables. Según la experta, «la biohabitabilidad es una disciplina que nos aporta claves para crear y para vivir en espacios y en casas más saludables». Esta disciplina considera «las dosis bajas, la exposición habitual a dosis bajas ambientales» y toma como referencia «el ambiente, esa casa primigenia en la cual se ha formado nuestro cerebro hace miles de millones de años», que es el entorno natural. El objetivo principal de la biohabitabilidad es «ganar salud en los espacios interiores».

La salud ambiental se refiere a «todos esos factores que están en el ambiente y que son externos a nosotros y que nos afectan». Silvestre destaca que «en términos de salud más que el código genético importa y impacta el código postal». Esto significa que el entorno donde vivimos tiene un impacto significativo en nuestra salud.

En relación con los espacios interiores, la experta menciona que en 1982, la Organización Mundial de la Salud definió el «síndrome del edificio enfermo», y en 2007 el doctor Seki propuso el «síndrome de la casa enferma». Estos síndromes indican que «la calidad ambiental de ese interior tiene unos factores que pueden hackear nuestros sistemas, que pueden hacer que tengamos síntomas adversos de salud». Según la experta, los síntomas asociados a estos síndromes pueden ser inespecíficos y confundirse con otras patologías. Por ello, es importante considerar el ambiente como un factor influyente en la salud al momento de realizar un diagnóstico. Para medir la calidad del aire, Silvestre recomienda utilizar un medidor de CO2, ya que «es un indicador muy fiable». Según la experta, «ese medidor, cuando empieza a pasar, por ejemplo, de los 700 ppm, es momento de ventilar».

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Los tóxicos comunes del hogar: formaldehído

Silvestre advierte sobre varios tóxicos comunes en el hogar. Uno de ellos es el formaldehído, que se encuentra «supermegapresente en los materiales, las melaminas, los materiales sintéticos, en las pinturas, en las colas, en la ropa para dar ese apresto que necesitan plancharse un poquito menos, en los cosméticos y a dosis bajas». Según la experta, este compuesto está clasificado en el grupo 1 como cancerígeno para el hombre por la IARC. También menciona los disruptores endocrinos, que son sustancias que «tienen la capacidad de hackear nuestro sistema hormonal y que justo tienen la capacidad de hacer eso a dosis muy bajas, a dosis de nanogramos, a dosis de picogramos». Además, Silvestre alerta sobre el «efecto combinado» o «efecto cóctel», ya que «nosotros no estamos expuestos a una sola sustancia, a un solo factor». Este efecto combinado puede ser perjudicial para nuestro sistema biológico. La sensibilidad química múltiple, según la experta, es un ejemplo de cómo «este ambiente más contaminado que hemos ido creando, estas dosis de poco acaban siendo mucho para determinados organismos que pierden la tolerancia».

La experta enfatiza la importancia de «ventilar, ventilar, ventilar» para renovar el aire interior. También recomienda escoger materiales naturales en la construcción y el mobiliario, porque «lo que más te va a afectar a nivel de salud, es el ambiente interior, es toda la envolvente». Para la cocina, la experta sugiere «plásticos fuera», y recomienda utilizar recipientes de cristal o acero inoxidable para cocinar y guardar alimentos. También recomienda usar «productos de limpieza que tenemos en las despensas como el bicarbonato como el vinagre blanco», o buscar productos con certificación Ecolabel o EcoCert.

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En cuanto a la iluminación, Silvestre recomienda usar una «iluminación cronobiótica» para asemejar la cantidad y calidad de la luz natural en los espacios interiores. Esto implica utilizar «una luz mucho más cálida y más rojiza» para la noche, ya que es similar a la luz del atardecer. Para el día, se recomienda usar una luz más blanca. La experta también aconseja desconectar el wifi por la noche para minimizar la exposición a radiaciones. Asimismo, destaca que «la luz natural del sol» es un nutriente esencial para la vida, ya que «sigue regulando, a día de hoy, todos nuestros ritmos circadianos».

La orientación de la cama, hacia el norte

En cuanto al descanso, Silvestre recomienda colchones de materiales naturales como el látex, el algodón o la lana, con estructuras de madera y sin muelles metálicos, ya que «las partes metálicas son capaces de alterar el campo magnético natural de la tierra». Además, comenta que «hay estudios que nos vienen a decir que tendríamos que dormir como los ciervos» y sugiere orientar la cama con la cabeza hacia el norte.

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La experta también menciona que «la habitación de los más pequeños, la habitación infantil» suele ser la estancia más contaminada. Esto se debe a que «cuando esperamos un bebé, esos meses se convierten en la reforma de la habitación del bebé». Según la experta, esto implica una incorporación muy clara de productos nuevos que pueden comprometer la calidad del aire.

Finalmente, Silvestre enfatiza que «el bienestar para mí es como la calma, es como un silencio cuando el cuerpo no se queja». También recomienda rodearse de «verde, porque aporta belleza pero además ayuda a regular la humedad ambiental, ayuda también a la parte acústica son muy buenas filtradoras del aire» y conectar con la naturaleza, ya que esto es «el mayor potente restaurador de nuestro equilibrio». La experta concluye que con cambios conscientes podemos mejorar la calidad de nuestros espacios interiores y, por consiguiente, nuestra salud.

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