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ignacio villameriel
San Sebastián
Miércoles, 27 de septiembre 2017, 19:41
En el Día Mundial del Turismo, el consejero vasco del ramo, Alfredo Retortillo, ha comparecido este miércoles en el Parlamento Vasco a petición propia para informar de las políticas de su departamento frente a la «imagen distorsionada» que del turismo haya podido generarse este verano en Euskadi.
Como si de Woody Allen en la película ‘Desmontando a Harry’ se tratase, Retortillo ha rebatido las tesis que «algunos» se han empeñado en arrojar sobre la actividad turística a partir de una «lamentable campaña». El consejero ha acusado abiertamente a «quienes la sustentaron, la excusaron y la aprovecharon para promover sus postulados políticos». Para Retortillo, estas acciones, lejos de promover una reflexión serena sobre la política turística, «tan solo proyectaban una imagen negativa del sector, de sus trabajadores y de Euskadi en general».
La campaña «falsamente basada», en palabras del consejero, en un supuesto cuestionamiento del modelo de turismo vasco, «sin aclarar demasiado en qué consistía el tal modelo», según Retortillo, ha tenido efectos perjudiciales en tres vertientes.
En primer lugar, al mostrar Euskadi como un «destino hostil, incluso xenófobo» contra los turistas, promoviendo lemas como ‘Tourist go home’, entre otros. Por otro lado, según el consejero socialista, ha contribuido a identificar la imagen del turismo en Euskadi con la del turismo masificado de sol y playa, «cuando la situación del turismo vasco es muy diferente, tanto por su incorporación tardía al boom turístico como por sus características y las políticas de promoción y ordenación que se han aplicado». Una identificación «particularmente nociva», explicó Retortillo, «porque ahuyenta precisamente al tipo de turismo al que nos dirigimos».
El titular de Turismo en Euskadi ha destacado también que las pintadas en la sede de Basquetour, la protesta en el tren turístico de San Sebastián o las pintadas xenófobas «nos retrotraen a situaciones de violencia pasadas y a la mala imagen que generó el terrorismo de ETA y la kale borroka que lastraron la llegada de visitantes». En conclusión, Retortillo manifestó que estos ataques no son solo al turismo, «sino que suponen un ataque a la economía vasca, poniendo en riesgo miles de empleos directos e indirectos».
En el turno de intervención, el grupo político más crítico con el diagnóstico del consejero ha sido, como era previsible, EH Bildu. La coalición abertzale ha considerado que esta comparecencia «llegaba tarde», ya que las protestas se produjeron hace «ya más de un mes». Por eso mismo, preguntaron al consejero «por qué avivaba ahora este fuego».
Además, para los parlamentarios de EH Bildu, el socialista «hizo trampas» en su discurso, porque únicamente trató de los ‘pros’ del turismo, pero obvió los «contras».
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