
José María Pitarke | Director de Nanogune
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José María Pitarke | Director de Nanogune
«Lo que en nanomedicina era un sueño hace 15 años ya se ha empezado a hacer realidad»El centro de investigación donostiarra Nanogune cumplió el pasado martes 30 de enero quince años de existencia. Su director, José María Pitarke, cree que en ... este tiempo el centro ha logrado situarse «en la vanguardia de la investigación en nanociencia» y afirma que «mantenerse es al menos tan difícil como llegar».
– ¿En estos quince años de actividad se ha producido algún avance en lo nano que entonces usted ni siquiera se lo imaginaba?
– Sí, por ejemplo entonces no imaginábamos que con el grafeno, recién aislado en 2004, surgiría un nuevo campo de investigación y desarrollo con la explosión de un gran número de nuevos materiales que, como el grafeno, tienen el grosor de un solo átomo. Por otra parte, lo que en nanomedicina hace quince años parecía un sueño ya se ha empezado a hacer realidad con la liberación controlada de fármacos y los nanorobots, si bien aún queda un largo camino por recorrer. Y hace quince años ni se hablaba de las tecnologías cuánticas, las cuales emergen, de alguna manera, de la nanotecnología.
– Por lo que dice, en quince años se ha avanzado bastante.
– Claro, lo que pasa es que la ciencia se desarrolla como suma de muchos pequeños avances e invirtiendo mucho tiempo en cada uno de ellos, aunque es cierto que han surgido ideas y tecnologías emergentes de las que ni se hablaba hace quince años.
– ¿En este continuo se avanza sin que los investigadores se lleguen a dar cuenta hasta que encuentran algo?
– Efectivamente, porque uno sabe hacia dónde va, pero no necesariamente a dónde va. La clave es estar bien posicionado en ciertas áreas para poder dar el salto cada vez que surge la oportunidad.
– ¿En la investigación se conoce el comienzo pero no el final del camino?
– Nunca se conoce el final, al menos en la investigación fundamental.
– Uno de los objetivos de Nanogune es situar al País Vasco en la vanguardia de la investigación en nanociencia. ¿Ya lo han conseguido?
– Estamos en la vanguardia de la nanociencia. No en todo, pero en determinados nichos sí, porque para estar en la vanguardia uno necesita sobre todo tener las personas que están en la vanguardia. En la medida en la que hemos sido capaces de incorporar a estas personas ya estamos en la vanguardia. Eso sí, con la infraestructura que les permite estar en ella.
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– ¿Qué es más fácil, llegar a la vanguardia o mantenerse en ella?
– Mantenerse es al menos tan difícil como llegar.
– Otro objetivo es el de contribuir a la creación de las condiciones necesarias para que la sociedad se beneficie de una amplia gama de nanotecnología. ¿Donde se notan los beneficios?
– Esto es global, no local. La sociedad claro que se ha beneficiado y se beneficiará del desarrollo de la nanotecnología. Toda la electrónica es nanotecnología, sin nanotecnología estaríamos con los dispositivos electrónicos de hace veinte años. Eso es ya una realidad. La nanomedicina también ha empezado ya a ser una realidad. Sin nanotecnología, no habría vacunas de ARN mensajero. Además, la capacidad que tenemos hoy en día de producir y funcionalizar materiales en dos dimensiones y materiales estructurados en la nanoescala nos está permitiendo ya diseñar procesos de fabricación más sostenibles. Siempre hemos dicho que la nanotecnología es una de las claves de un desarrollo sostenible.
– ¿Cuál ha sido el último aparato que han instalado en Nanogune?
– Un equipo de nanofabricación de última generación que opera a bajas temperaturas. Disparando con una metralleta de átomos, conseguimos cortar y fabricar en la nanoescala como hace el escultor con el cincel. Este equipo es clave tanto para el estudio de células en el sector biomédico como para la investigación en baterías, metales y nuevas aleaciones. Por eso, hemos firmado un acuerdo con Biogune, Biomagune y Energigune para el establecimiento de una plataforma de microscopía electrónica avanzada para todo el País Vasco y abierta a todo el mundo, ya que, además, contamos con un equipo investigador que es referente en este campo a nivel mundial.
– El libro de instrucciones de este aparato tiene que ser enorme.
– Pues sí. Desde julio y hasta ahora hemos estado dando vueltas para ponerlo a punto.
– ¿Tienen pensado cuál será el siguiente aparato que instalarán?
– Será un refrigerador de dilución para desarrollar hardware cuántico. Para ello, necesitamos trabajar a temperaturas muy próximas al cero absoluto, 15 milikelvins, las cuales se consiguen con este equipo.
– ¿Ya va a caber tanta máquina en el edificio de Nanogune?
– Estamos optimizando muy bien el espacio.
– ¿Nanogune ha llegado al límite de su crecimiento?
– Yo siempre he querido tener un centro con un crecimiento sostenido en el tiempo, pero ha llegado el momento de abrir nuevas líneas de investigación, por lo que creceremos algo en el futuro próximo.
– El director científico de BasQ-Basque Quantum, Javier Aizpurua, cree que una de las fortalezas del ecosistema científico guipuzcoano es la cooperación entre los distintos centros de investigación. ¿Está de acuerdo con esta idea?
– Es cierto. De hecho, Nanogune nació con la vocación de liderar, coordinar e integrar toda la actividad en nanotecnología del País Vasco, desde lo más fundamental hasta la industria.
– ¿Qué más fortalezas le ve al ecosistema científico de Gipuzkoa?
– Se está avanzando mucho en varios ámbitos en una zona geográfica muy reducida. Esto es positivo porque en el desarrollo de la ciencia la proximidad física es algo muy importante. A la vez que se está conectado con todo el mundo, la proximidad física de que yo te encuentre de forma espontánea y hablemos de algo de lo que no habíamos pensado hablar es importante. Que haya un núcleo en un entorno geográfico acotado incentiva la colaboración y facilita sin duda las cosas.
– ¿En plena era de la globalización el cara a cara sigue funcionando en ciencia?
– Totalmente. Lo otro también, pero el cara a cara sigue siendo extraordinariamente importante. Por eso viajamos, por eso se realizan congresos, para el cara a cara. Gracias a eso se avanza en cosas en las que, de lo contrario, no se habría avanzado.
– ¿En qué tipo de cosas?
– Las que no teníamos previstas. La improvisación viene cuando uno está pensando no sé qué y de repente se le ocurre algo distinto, pero también cuando uno está en el cara a cara. El ejemplo que se suele poner es el de la máquina de café, donde uno habla con los demás de lo que no tenía previsto hablar. Eso puede dar lugar a nuevas ideas.
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