La Policía arresta a los abuelos del pequeño Émile, desaparecido en 2023 en los Alpes franceses

Las fuerzas de seguridad han arrestado y están interrogando al abuelo Phillippe Vedovini y su esposa, además de dos de los tíos de Émile, ha indicado este martes por la mañana la Fiscalía de Aix-en-Provence (sudeste de Francia). Los otros detenidos son «dos de los hijos mayores de edad» de esos parientes del niño, ha precisado el Ministerio Público, que no aportó más detalles sobre si se trata de un hombre o una mujer. Si estos interrogatorios desembocaran en una inculpación por parte de esos familiares, que habían denunciado la desaparición del niño en Le Vernet, representaría un giro macabro en este caso.

Además de esos interrogatorios, los agentes han requisado un coche y un montacargas de caballos del abuelo. También están llevando a cabo «una serie de investigaciones» en «varios lugares del territorio», entre ellos, el pueblo de La Bouilladisse (sudeste) donde viven esos parientes del niño. Allí han inspeccionado el domicilio de los abuelos. Su abogada, Isabelle Colombani, confirmó el arresto. «Acabo de enterarme de ello, no puedo hacer ningún otro comentario», dijo esta mañana la letrada en declaraciones a la Agencia France-Presse.

La Fiscalía ha dado por ahora pocos detalles sobre los motivos de la detención, que puede durar un máximo de 48 horas antes de una eventual inculpación. En su comunicado se limita a decir que «se trata de una fase de verificaciones y de confrontación de las distintas versiones». Los investigadores también han interrogado a otros dos de los hijos de los abuelos, pero sin que estén bajo custodia policial.

La desaparición de Émile se produjo el 8 de julio de 2023, poco después de haber llegado a la residencia secundaria de sus abuelos en los Alpes franceses. Según el testimonio de esos familiares, que denunciaron su desaparición a la Policía, su nieto se esfumó mientras jugaba en el jardín. A lo largo de ese verano hubo un importante despliegue policial en la zona alpina de Le Vernet para encontrar al niño desaparecido, pero no hallaron ninguna prueba. No fue hasta finales de marzo de 2024 cuando una excursionista encontró el cráneo y los dientes del niño, que los llevó a una comisaría.

El pasado 8 de febrero, celebraron el entierro del niño en que estuvieron presentes todos sus familiares. Pocas horas después de ese acto, estos publicaron un comunicado en que decían que «tras el tiempo del silencio, necesitamos que haya un tiempo de la verdad. Ya han pasado 19 meses (…). Necesitamos comprender y saber la verdad». El perfil de los abuelos ya había dado que hablar en la prensa francesa por su militancia en un movimiento católico rigorista y por las tensas relaciones en esa familia. Pero hasta este martes no los habían arrestado ni se había puesto el foco en ellos de esta manera.