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Las dificultades de la generación Z en las tiendas físicas: «No sé ni qué pedir»

Las dificultades de la generación Z en las tiendas físicas: «No sé ni qué pedir»

La joven Isa Laureano comparte su inexperiencia a la hora de moverse para hacer compras en establecimientos reales como carnicerías o pescaderías

A. T.

Miércoles, 23 de octubre 2024, 17:53

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Un reciente hilo viral en TikTok, iniciado por la usuaria @isaalaureano2, ha destapado una realidad que muchos jóvenes experimentan en silencio: el respeto a comprar en tiendas físicas, especialmente en comercios tradicionales como carnicerías o pescaderías. Mientras que manejan con destreza las compras online en plataformas como Amazon, enfrentarse a un mostrador y un dependiente les genera una ansiedad que les lleva a preferir las bandejas precocinadas del supermercado.

Esta paradoja generacional pone de manifiesto cómo la comodidad del comercio electrónico y la falta de costumbre a la interacción social en el ámbito de la compra están creando una brecha entre los jóvenes y el comercio tradicional. La falta de costumbre a la hora de comprar en persona es uno de los principales factores que explican la situación que confiesa Isa Laureano: «Mi mayor miedo como semiadulta: no saber comprar en una carnicería».

La Generación Z, quienes comienzan su edad adulta, está acostumbrada a la autonomía y la inmediatez que ofrece internet pero se encuentra desprovista de las habilidades necesarias para desenvolverse en un entorno donde la comunicación cara a cara es fundamental. «No sé ni qué pedir», comenta una usuaria en el hilo de TikTok secundada por decenas de reacciones similares. «Yo no sabía que el salmón se vendía por piezas y pedí uno entero pensando que pesaría un kilo,.. de la vergüenza no dije nada y me lo llevé todo», dice otra joven.

Qué cantidad pedir

La incertidumbre sobre cómo dirigirse al comerciante, qué cantidad de producto solicitar o cómo especificar el corte deseado se convierte en una barrera infranqueable para muchos convirtiendo la experiencia traumática. Al menos muchos jóvenes son conscientes de la ayuda que pueden recibir de los profesionales, como expresa una pescadera: «Más de una vez me ha venido gente diciéndome que no tienen ni idea de cómo pedirlo e incluso cocinarlo y yo gustosamente les explico todo lo que necesiten».

@isaalaureano2 Decidme que no soy la única que no sabe comprar en una carnicería 😭😭 #carniceria #adulto #nosequehagoconmivida #imjustakid #parati #tiktokviral ♬ Just A Girl - No Doubt

Esta falta de costumbre se debe, en parte, a la pérdida de la transmisión de conocimientos prácticos entre generaciones. Si bien antes era habitual que los jóvenes aprendieran a hacer la compra acompañando a sus padres, hoy en día esta práctica se ha visto relegada por nuevos modelos de vida familiar y un ritmo de vida acelerado. Al menos pueden seguir la estrategia de imitar, como confiesa otra persona en los comentarios: «Yo ví a una señora que compraba un cuarto de chorizo y me pareció bien la cantidad, así que desde entonces yo compro un cuarto de todo», explica otra comentarista.

Así, las tiendas físicas, con sus códigos no escritos y la imprevisibilidad de la interacción humana, se perciben como un territorio hostil en el que el miedo al juicio y la equivocación están siempre presentes. Todo ello va más allá del campo de las costumbres sociales ya que tiene grandes implicaciones en algo tan importante como la incorporación a la dieta de alimentos frescos y de calidad.

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