La decisión aprobada el martes por el Consejo de Gobierno para inyectar 67 millones de euros a la red concertada -Kristau Eskola e ikastolas- «para equiparar los salarios del personal educativo con el de la red pública», tal y como anunció la consejera de Educación, Begoña Pedrosa, provocó este miércoles el enfado del sindicato CC OO Irakaskuntza. Mediante un comunicado, la central acusó al Gobierno Vasco de «ayudar» a la educación privada «en detrimento de la escuela pública, necesitada y merecedora de esos recursos». A su juicio, con esta modificación presupuestaria intentan «solucionar con dinero público» un conflicto laboral entre trabajadores y patronales «de una serie de empresas privadas».
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Por su parte, Ikastolen Elkartea emitió un comunicado en el que pidió al Departamento de Educación «que la equiparación salarial sea extensible al resto de trabajadores de las ikastolas», no solo al personal educativo. Lamentaron que «mientras algunos reivindican la gratuidad ante esta medida, las ikastolas hemos asumido un sobrecoste que no facilita el camino hacia la gratuidad».
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